Hace semanas descubrimos alertados que los adolescentes usan la aplicación ‘Tik tok’ como buscador para localizar información de cualquier tema que necesiten, como los adultos utilizan Google. Con evidentes diferencias, pero destacamos en primer lugar que las fuentes que encontrarán en la red social y de ocio basada en vídeos divertidos, serán jóvenes sin formación ni criterio, que opinan o creen o les parece divertido un consejo o una solución. Solución que probablemente no lo sea, no sea lo más oportuno, les cree problemas mayores, dependencias,…
Y yendo un poco más allá, además del contenido que cale en el adolescente y en su mente tierna y ávida de ocurrencias, es incluso más preocupante que se deje aconsejar y que busque soluciones a ‘problemas’ su vida de desconocidos que aparecen en esta red social.
Si hablamos de materia de salud, el tema se complica aún más, porque que una chica de 16 años se haga viral en ‘Tik Tok’ por sus recomendaciones sobre moda o maquillaje pues, aunque no sea una experta en moda con formación específica, o una persona sin experiencia como maquilladora, pues la repercusión será en una cuestión más frívola.
Sin embargo, si un adolescente con tos, con ansiedad, con fiebre o con hongos busca soluciones a esos problemas de salud en esta red social plagada de ocurrencias, disparates y bromas de mal gusto, capaces de causar situaciones muy graves o humillantes.
La salud mental es uno de los grandes ejemplos, ya que muchos creadores de contenido de Tik Tok han conseguido miles de seguidores y visualizaciones gracias a ‘sus consejos sobre autoestima’ o ‘cómo ser un líder’.
La frustración, la falta de autoestima, la necesidad de buscar una identidad y de conocerse puede sufrir graves consecuencias en esta edad tan complicada. Por eso es muy sano y conveniente que los jóvenes sigas a cantantes, bailarines, cómicos, actores,… pero que no depositen su salud mental en manos de incautos sin experiencia ni formación que opinan sobre dolencias de salud. Porque incluso aunque no lo sepan, miles de personas pueden hacer lo que ellos confiando en ellos, y tener una responsabilidad que pueden desconocer.
Los expertos advierten que miles de jóvenes se autodiagnostican en función de lo que escuchan en las redes sociales, y consumen contenidos sobre salud y en concreto salud mental de boca de ‘influencers’ que desconocen de lo que hablan y que no poseen ningún asesoramiento profesional.
La necesidad de buscar ‘otros iguales’ en la misma situación o la vergüenza para contar su situación a sus familiares o amigos, les lleva a muchos a buscar en su lugar habitual de navegación, es decir, en redes como ‘Tik Tok’ soluciones a sus problemas o ver qué han hecho otros en situaciones similares.
Hay influencers que han visto la repercusión real que tienen sus palabras en muchos de sus seguidores, y reconocen que hay muchos jóvenes en situaciones muy complejas y que necesitan ayuda profesional pero se refugian en las palabras que ellos comparten. Sin embargo, son situaciones peligrosas que deben derivarse cuanto antes a tratamientos o terapias sanitarias para evitar que vayan a más.
El periódico El País recoge la experiencia de una conocida influencer al compartir su anorexia juvenil: La influencer @roenlared (se llama Rocío Romero, tiene 34 años y casi 400.000 seguidores en Instagram), que vive de las redes sociales desde 2016 gracias a los contratos anuales que firma con las marcas, no crea contenido específico de salud mental. Trata situaciones cotidianas, como las presiones a las que están sometidas las mujeres, siempre en tono de comedia. Hace unos años, contó un trastorno alimenticio que sufrió de los 11 a los 25 años: una anorexia nerviosa. “En la familia nunca lo habíamos vuelto a hablar, lo había enterrado y tenía miedo de mencionarlo en internet porque no sabía cómo enfocarlo”, cuenta. Con la ayuda de su psicólogo, hizo un primer vídeo y animó a sus seguidores a mandarle preguntas. Recibió más de mil emails en pocos días. “Al ver mi parte más vulnerable, la gente se abrió mucho conmigo y empecé a recibir consultas de trastornos de la conducta alimentaria, de abusos, de ideas de suicidio... Me di cuenta de que era inabarcable”.
Su plan inicial era, junto a su psicólogo, lanzar un segundo vídeo con las respuestas, pero se le ocurrió algo mejor. Creó una aplicación de audios sobre bienestar emocional, Caliope, que ya cuenta con 16 terapeutas profesionales (todos ellos influencers como @neuronacho, @maria_esclapez o @dr.rosamolina), en los que atienden las peticiones.