Cuando la inflación provoca cambios de hábitos en determinadas economías, y los alimentos frescos parecen salir de la cesta de la compra al aumentar su precio, hay que recordar que comer saludablemente es la mejor garantía de envejecer con calidad de vida y de tener una salud de hierro.
Si la vitamina C es el mejor antigripal, no hace falta decir que la fruta y las verduras son el mejor antídoto contra la obesidad, diabetes, incluso problemas de movilidad o prevenir lesiones en rodillas por sobrepeso, por ejemplo. Las obviedades se nos olvidan en el corto plazo y en el día a día.
Cabe recordar que para personas de mediana edad, no deberíamos superar las 2.000 calorías diarias, independientemente de que podemos matizar para aquellos que realizan ejercicio o no, en mujer y hombre, etc.
Toda la familia, desde los niños y adolescentes a adultos y tercera edad, necesitamos cuidar nuestra alimentación a diario para prevenir dolencias y enfermedades, para aumentar nuestra autoestima y energía, para mejorar nuestra fertilidad y esperanza de vida,… Los beneficios son muchos y transversales.
- Vivir más años ampliando la esperanza de vida
- Eleva nuestra energía natural
- Aumenta la fertilidad
- Reducir las probabilidades de enfermedades degenerativas o neuronales
- Previene patologías cardiovasculares, cáncer y diabetes (tipo 2)
- Reforzar el sistema inmunológico
- Estabiliza la presión arterial
- Frena el deterioro de nuestra memoria y reflejos
- Fortalecer huesos y dientes
- Envejecer con calidad de vida
- Aumenta la belleza natural de pelo, piel y ojos
Una dieta sana y equilibrada es la clave para una nutrición activa, que ayuda al funcionamiento de nuestro organismo en lugar de entorpecer y hacer que trabaje desequilibradamente por una alimentación poco recomendable.
- Dormir suficiente
- Evitar consumo de tabaco, alcohol y otras drogas
- Hacer ejercicio al menos 2 ó 3 veces a la semana
La dieta mediterránea y las recetas de las abuelas son la hoja de ruta a seguir, pero cabe recordar que, pese al ritmo de vida rápida y escasez de tiempo del que disponemos normalmente…
- Hacer tres comidas mínimo al día, y recomendable que sean cinco menos abundantes
- Preparar con antelación las comidas para evitar comer lo que no debemos
- No realizar la compra antes de comer
- Establecer picoteos sanos para evitar tentaciones poco recomendables
- Desechar de la cesta de la compra productos procesados e industriales
