La nueva ley estima que tirar la comida es delito. Los bares y restaurantes antes de tirar los desperdicios deberán informar a los clientes de la posibilidad de llevarse ‘las sobras’. Nada de tirar como norma.
Aunque el mayor problema lo tenemos en casa, ya que el 61% de los productos que se tiran a la basura se hace en el hogar. Especialmente frutas y verduras frescas entre otros alimentos. Más de 1.300 millones de kilos de alimentos se desperdician según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Son cifras alarmantes en un mundo que pasa hambre y escasez. Y para mitigar estos datos nace un nuevo proyecto de ley sobre la prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario con la intención de regular los desperdicios en los restaurantes, crear protocolos de prevención en supermercados y almacenes, y así también, dar visibilidad a un problema que se ha creado en nuestros hogares.
1. La primera opción ante un alimento debe ser el consumo humano en comedores sociales y bancos de alimentos.
2. Si no es posible, inmediatamente se crearán zumos o mermeladas con esos productos.
3. La siguiente opción es el consumo animal.
4. Y en último lugar utilizarlo para crear otros derivados industriales, composts o combustibles.
Además, se crean infracciones graves conllevarán multas de entre 2.000 y 60.000 euros, porque toda la cadena alimentaria tiene responsabilidad en lo que ya se ha convertido en un problema para nuestro planeta, y que especialmente en los países más desarrollados supone ya un enorme caladero de pérdidas económicas y sociales. Para paliar esta situación, desde ahora:
- las empresas deberán notificar su balance de desperdicios.
- los establecimientos de hostelería deberán avisar a sus clientes que pueden llevarse gratuitamente a casa los alimentos que le hayan sobrado en sus consumiciones.
- las grandes superficies también pueden facilitar el consumo de productos con una caducidad próxima reduciendo su precio para que todo el género se consuma en su debido momento.
Otras medidas de la norma buscan crear conciencia sobre el despilfarro de comida y alimentos, y para ello se lanzarán campañas que ayuden a las familias a planificar y prevenir este problema.
