OPINIÓN DE EXPERTOS
Es el momento de cambiar el armario, guardar los tirantes, bañadores, tejidos vaporosos y linos y sacar todas las prendas y complementos de abrigo. Llega como cada año, esa cita con tu armario en el que las prendas de verano ocupaban un espacio muy reducido y las sustituyes por botas, jerséis, bufandas y abrigos, que efectivamente ocupan mucho más espacio. Una cita en la que vuelves a plantearte:
¿por qué no un amplio y práctico vestidor?
Anímate y organiza todo tu armario con amplitud y con la posibilidad de tener todo a la vista. Los vestidores son la mejor opción para clasificar y colocar todas las prendas de una manera organizada y racional, incluso son muchos los que se deciden por tejidos y por tipos de prenda. Un vestidor es más práctico, más cómodo y más versátil que un armario, y en la actualidad puedes tener tu vestidor personalizado y a medida desde 1.500€.
Nuestra interiorista Nani Palomo nos aconseja tener muy claro desde el principio cómo queremos distribuir el vestidor antes de comenzar a diseñarlo, ya que la mayoría hoy en día son a medida del espacio del cliente y, por supuesto, a las necesidades y gustos. Desde vestidores mixtos para una pareja a individuales, con zapatero incorporado, con puertas o abiertos. Suelen tener tres áreas básicas: área para ropa corta (camisas, pantalones, chaquetas), área para ropa larga y media (vestidos, abrigos) y área de baldas (jerséis, camisetas). Además, zonas para cajones (ropa interior, pañuelos) y a veces zona para zapatero.
Un vestidor es una prolongación de nuestra forma de vestir y de vivir, y hoy podemos adaptarlo 100% a nosotros mismos.
Luz natural si es posible, y si no, hay opciones automáticas o robotizadas para iluminar y hacer más acogedor este espacio, “prefiero las luces cálidas que hacen mucho más acogedor el vestidor”.
Si el espacio para el vestidor no es muy amplio, es recomendable hacer uno abierto, si disponemos de más espacio podemos incorporarle puertas bien correderas, abatibles, plegables. Los frentes casi mimetizados con las paredes que pasan desapercibidos e incluso camuflados. O por el contrario puertas de cristal iluminadas en el interior del vestidor que sirven también de iluminación y decoración para la estancia donde están integrados. Hay vestidores en pasillos donde esa opción ‘camuflada’ merece la pena, también los hay dentro del dormitorio y son muchos los que en esta localización prefieren dejarlo abierto. O en zonas comunes entre el baño en suite y el dormitorio también suelen buscarse soluciones para incorporarle puertas.
Los materiales de primera calidad aseguran que la durabilidad de nuestro vestidor, con el paso de los días, los cambios de ropa, incluso los años, permanezca inalterable. Las maderas de colores naturales como el roble lavado en las zonas exteriores y lacados de un color liso, con melanina o con efecto textil, son las opciones de acabados más escogidas. Los colores claros hoy son los más buscados, el blanco sigue siendo un clásico indiscutible, y ya muy pocos buscan los colores oscuros o maderas como el cerezo.
Existe una amplísima gama de accesorios para nuestro vestidor, por eso es clave tener clara la distribución que va a tener antes de empezar, y saber si únicamente acogerá ropa, también complementos, zapatos. “Para prendas largas como vestidos o monos las perchas hidráulicas que se despliegan son una excelente opción”. Cada balda, cada módulo tiene decenas de posibilidades, dejarse asesorar es un acierto que todos los clientes terminan agradeciendo para evitar errores. Se pueden escoger cajones traslúcidos, detalles metálicos o tiradores, incluso perchas curvas para aprovechar las esquinas. Desde la decoración a la practicidad hay muchos detalles a la hora de diseñar tu vestidor.
El espejo es la piedra angular de los vestidores, independientemente de la distribución, el gusto, el espacio… Una pieza de cuerpo entero para vestirse a gusto, pero también porque en ese espacio cerrado, un espejo logra ofrecer una sensación de mayor amplitud. Otra pieza clave muy acorde con el vestidor es una pequeña butaca o descalzadora, ya que resulta útil y muy acogedora.