Los detalles, los materiales, el estilo decorativo, la separación de tus ambientes o la iluminación… Todo suma para que en tu hogar se respire elegancia, serenidad y sofisticación. ¿Cuáles son los trucos y consejos para que tu casa sea de revista?
El buen gusto en la decoración va mucho más allá de muebles o piezas exclusivas y lujosas, al contrario, la elegancia se percibe en una casa por detalles, distribución o materiales y tonalidades. En el diseño de interiores muchas veces los conceptos se mezclan al igual que los estilos decorativos. Lo lujoso, de calidad o suntuoso puede ser elegante en función de su contexto y, al contrario, elementos con menos prestaciones pueden dar un resultado excelente si sabemos cómo combinarlo.
Para lograr una decoración elegante en casa no es necesario hacer grandes desembolsos económicos ni inversiones prohibitivas para la mayoría de bolsillos. Sólo es necesario pensar y elegir con criterio y cierta programación… pero, ¿cómo se logra que tu casa sea elegante?
Espacios limpios, sin saturación, con piezas muy bien elegidas y cuidando los detalles suelen dar entornos muy armónicos. La sencillez y el equilibrio suelen darnos el secreto de la elegancia, porque en el interiorismo no sirven los formatos encorsetados.
Tonalidades cromáticas
Armonizar no significa que sólo se usen un par de colores, o que todo tenga que tener toques del color que elijas, por ejemplo, que uses un azul añil y tenga que estar en todas partes. Los neutros son unos grandes aliados sin lugar a dudas, pero puedes elegir los que más te gusten sin miedo a arriesgar.
Hay que tener en cuenta si el estilo de tu casa es romántico o provenzal puedes meter determinados colores, sin embargo, en un estilo industrial, deberías decantarte por otros tonos de color para dar coherencia al conjunto.
Los colores más vibrantes suelen romper las armonías y la fluidez en los ambientes, pero no debes renunciar a ellos en su justa medida. Tu casa comunica gracias, en gran medida, a los colores que eliges en ella, por eso no puedes quedarte en tonos apagados sin aportar la energía de colores menos neutros.
Identidad de estilo
Es importante, más que elegir un estilo decorativo, se trata de perfilar una casa con personalidad, por ejemplo, con madera y metal negro como base común, aderezada con plantas naturales. No se trata de seguir a rajatabla las indicaciones de un estilo, al contrario, de darle coherencia y naturalidad a los elementos que has escogido y que se guían con alguna tendencia sin respetarla al 100%.
Materiales nobles y originales
Lo natural se premia en decoración, de ahí que busquemos tanto la madera, el mármol, la piedra, el marfil…. Independientemente de si la piedra está pulida o basta, es mucho más importante evitar las imitaciones y no elegir materiales prefabricados o industrializados como plásticos o derivados.
La textura es fundamental para que los acabados nos aporten elegancia, bien sea un textil o una superficie. Las terminaciones son fundamentales para el efecto genérico en tu hogar.
Es recomendable elegir un par de materiales como base para todo tu hogar y que hagan de denominador común, y de ahí abrir a otros elementos con menor presencia para dar ese ansiado equilibrio.
Formas al gusto
Las líneas orgánicas, geométricas, lineales, rectas… sea cual sea tu elección puede resultar muy elegante en función de cómo estén organizadas, es decir, la clave es que el entorno fluya de forma delicada y la proporción sea correcta y coherente. La naturalidad es la clave básica para dar gracia a cada atmósfera.
¿Estampados elegantes?
Hay estilos de decoración que no pueden prescindir de estampados como una casa romántica. No saturar de estampados sí es crucial para lograr que no se descompense el conjunto.
Poco y pensado
La preferencia es decantarse por elementos grandes que tienen gran protagonismo. Si hay piezas pequeñas es mucho mejor colocarlas en modo colecciones para que creen conjuntos que funcionen como una pieza única.
Menos es más
Como en muchos aspectos del interiorismo, a la hora de buscar una estancia elegante, “menos es más”. No tanto en la idea de renunciar a colores intensos o contrastes interesantes, sino, más bien en la búsqueda de una idea única pensada y decidida, en torno a la que todo funciona. Hay quien define la elegancia como un espacio en el que todo parece tener su lugar exacto.
La elegancia en decoración no debe ser entendida como algo aburrido ni sobrio, cabe la combinación de estilos, tonalidades y texturas. Tampoco es sinónimo de clásico ni de neutro. Cuando todo tiene sentido, y todo está al servicio de una única idea es cuando la sensación que nos transmite es de elegancia y buen gusto.