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La luz, tradición y ligereza provenzal

Sencillez, luminosidad, romanticismo y toques rústicos tradicionales, así conquista el estilo provenzal desde los dormitorios, a las cocinas, salones o baños. Tonos suaves infalibles, textiles con volantes suaves y madera de pino discreta y versátil.

Espacios ligeros, poco recargados de decoración y que buscan y propician la luminosidad. Con toques rústicos, vintage, románticos, con hierro forjado y la madera como material base, mezclamos y obtener un estilo provenzal no muy recargado.

El provenzal mezcla tonos ligeros y suaves en decoración, textil, muebles,… y lo alterna con alguna pieza más recargada como un mueble de madera tallada, una pieza artesanal muy antigua. Ménsulas, muebles desgastados, cerámicas picoteadas, no uniformes, o talladas.

Dos de las claves del provenzal son los muebles con madera de pino lisa y clara, y las flores discretas son la característica más destacada del provenzal siempre acompañadas de verdes en todas sus tonalidades. Una búsqueda constante de la alianza con la naturaleza.

Las vajillas, mantelerías, cojines, ropa de cama se inundan de pequeñas flores y motivos vegetales discretos. Siempre en tonos suaves y el verde como color predominante. En las vajillas se alternan platos lisos en colores ligeros y neutros como verdes y azules, con motivos florales.

Originaria de La Provenza en la campiña francesa, se acerca a introducir y mimetizar la naturaleza y la luz en todas las estancias de la casa.

La cocina es un espacio tradicionalmente provenzal. Cocinas grandes, luminosas y amplias. Con ventanas y puertas vestidas con palillería en madera, colores vintage como pasteles o blanco roto. Ventanas con vistas a porches o jardines para ver la naturaleza desde dentro y para buscar siempre la luz y el verde del exterior.

Estilo ProvenzalVisillerías a media altura, no completas para dejar pasar la luz. Utensilios antiguos como tenazas, y en materiales tradicionales y originarios. Zonas de trabajo de cocina amplios, fogones de gas antiguos, campanas grandes, puertas en madera con diversas molduras, pequeñas hornacinas, e incluso algunas puertas de armarios o despensas desaparecen para sustituirlas por telas o cristal y textil.

Las sillas con asiento de ratán natural y respaldo de madera que vestimos con cojines con volantes, dándole un aspecto campestre y rústico.

Los materiales se muestran tal cual, vigas de madera que quedan a la vista en el techo y de ellas penden las lámparas. Piezas disecadas de frutas y hortalizas. En el suelo materiales como barro y gres que imitan un estilo muy rústico.

Las baldosas y azulejos muestran un toque intencionado del paso del tiempo. En las cocinas y baños no se alicatan las paredes completamente, se deja un zócalo de azulejos y después se pinta o se coloca papel pintado con motivos florales.

En los dormitorios las camas son más altas de lo habitual, con cabeceros antiguos en forja o imitándola, en madera o vestidas de textiles en colores suaves. En la ropa de cama se alterna por ejemplo la flor de pitiminí con tonos verdes y lisos.