Suelos infinitos de un único material y color para dar amplitud y continuidad a tu casa. Baldosas de gran tamaño en colores suaves y lisos que aportan estilo y elegancia, o un carácter desenfadado y arriesgado de suelos vinílicos con colores intensos y formas con gran personalidad. La dureza de los porcelánicos y la calidez de la madera, siguen siendo los más buscados…
La elección del suelo es mucho más trascendente que muchos otros aspectos de la casa, ya que no solemos cambiarlo con frecuencia, al contrario, si apostamos por calidad suelen ser caros y sustituirlo es laborioso y supone obra y sus molestias.
De ahí también que hayan surgido alternativas como láminas de vinilo y propuestas de suelos autoadhesivos que sí se pueden sustituir y cambiar con facilidad, incluso tú mismo, y a un precio muy económico.
El estilo de vida de un hogar es clave para elegir muebles, alfombras, lámparas…. Pues en la elección del suelo es imprescindible primero tener claro qué necesidades tenemos. Es decir, una madera natural necesita un mantenimiento no solo caro, también de cuidados, si por ejemplo hablamos de una familia con mascotas y niños pequeños, probablemente ese suelo ‘sufra’ más de lo que es recomendable. Sin embargo, un suelo porcelánico puede ser una excelente alternativa que imite a la madera pero con la ventaja de una limpieza muy fácil y un mantenimiento casi inapreciable.
Desde hace unos años, los suelos están tomando una importancia que antes nunca habían tenido, y ha surgido un amplísimo abanico de posibilidades. Desde la elección de la calidad, la dureza, los acabados y texturas, colores, etc… Bajad la cabeza…,¡todos mirando al suelo!
Si escoges un suelo vinílico puedes arriesgar más en la selección ya que sabes que lo puedes sustituir en cualquier momento fácilmente. Colores intensos y combinaciones osadas, formas geométricas, grandes vegetales o flores,…da rienda suelta a la imaginación y consigue cocinas con mucho ‘punch’ que atraen todas las miradas.
En los baños puedes asumir riesgos y darle rienda suelta a tu imaginación, por ejemplo con varias baldosas con un motivo marino, animal… En entradas, pasillos, zonas de paso o halls puedes delimitar el suelo de diferentes zonas con ‘alfombras’ de colores diferentes al resto de la estancia. La sensación es muy estilosa y creas un ambiente muy distinguido, selecto y elegante.
La madera sigue siendo la reina entre los materiales más buscados para el interior de una vivienda, en muebles, techos, suelos, cuadros, decoración… Por eso hay miles de imitaciones cada vez más logradas y más perfectas, acabados rústicos, o naturales con sus vetas de pino, haya, roble…
En los suelos de madera hay que tener muy claro no solo su precio, si no su mantenimiento. Los parquets macizos y naturales evidentemente necesitan un acuchillado y un barnizado especial para cierto tiempo para lograr el acabado y textura deseados. Y eso tiene un precio y una dedicación.
Hay múltiples calidades y acabados, pero la madera sigue siendo la más demanda por su calidez y versatilidad para cualquier estilo y ambiente. Alto precio, alto mantenimiento y alta demanda han provocado miles de imitaciones de madera en todos los materiales del mercado.
Las imitaciones de madera más habituales son sintéticas con diferentes durezas y calidades, y los precios son también muy diversos. Cuanto mayor es la calidad, la imitación es normalmente más lograda y realista. La carta de colores tremendamente amplia desde el blanco a cualquier color natural, con recreaciones de la veta y los nudos del haya, del roble o del pino son las más demandadas.
La madera tiene una gran limitación también en su utilidad, y es que es muy poco recomendada para calefacción o sistemas de calor y frío por suelo radiante. Lo aconsejable para suelos radiantes es el pavimento cerámico.
Los suelos cerámicos o porcelánicos nos aportan mayor dureza y más calidad. Dentro de este tipo de materiales hay multitud de formas, tamaños y disposiciones para colocar las baldosas. Los tamaños más habituales en piezas rectangulares son 120x20, 100x50, 120x40, 90x45… esta forma de baldosas dan amplitud a las estancias al ser piezas de un tamaño bastante grande, y es recomendable aprovechar para colocar este tipo de suelo en toda la vivienda para lograr una mayor sensación de espacios diáfanos y estancias amplias.
Este tipo de piezas grandes son de las más buscadas, seguidas de gres en baldosa cuadrada como 40x40 o 60x60 que también es un tamaño considerable pero el efecto que logran no aportan tanta amplitud y sensación de espacio abierto.
La disposición del suelo con pavimentos cerámicos o revestimientos porcelánicos, crea ambientes muy diferentes incluso a veces con las mismas baldosas. Hay que tener en cuenta la disposición de la vivienda para decidir si baldosas cuadradas o rectangulares, más o menos pequeñas, etc. Por ejemplo el efecto de espiga con las baldosas rectangulares y estrechas que te crea un ambiente más serio y clásico que nunca pasará desapercibido para el visitante.
Con el gres y el suelo porcelánico las posibilidades para la colocación del suelo parecen infinitas. Se pueden crear alfombras en determinadas zonas con el mismo material pero en diversas baldosas de la misma colección, por ejemplo, o disponer cenefas en suelos de la misma estancia.
Los colores más demandados son los claros como beiges y grises, ya que son los más versátiles con diversos estilos. Suelen imitar materiales naturales como la piedra y dan rienda suelta al resto de la decoración de la vivienda al restar menos protagonismo que otros colores. Al contrario, si colocas una alfombra o una cenefa con baldosas, tienes que tener muy claro con qué lo vas a combinar y dónde se colocan los muebles, si no pueden ‘chocar’ si hay varias piezas de gran personalidad.
La elección del suelo ayuda a lograr sensaciones en todas las estancias, monocromáticos que aportan tranquilidad, o combinación de varios colores pero de la misma colección que dar armonía sin restar elegancia.
Últimamente la tendencia es disponer de suelo uniforme en toda la vivienda, para lograr la mayor sensación posible de amplitud. Así no se acortan los espacios, y la sensación de estancias diáfanas es mucho mayor. A veces la única excepción es el baño principal donde se divide simplemente cambiando a otra tonalidad pero mismo tamaño y disposición.
