Un elemento rey que aparece discretamente en todas las estancias y ambientes de tu hogar, que logra armonizar toda tu casa. Mármol blanco, cristal, negro, madera… Ese denominador común que acompaña y da sentido a todo. ¡Planificar es triunfar!
Planificar tu estilo decorativo no es sencillo, pero da excelentes resultados. Diseñar la decoración y el interiorismo de tu casa de la mano de un interiorista profesional suele ser garantía para lograr armonizar y coordinar todas tus estancias y sacarles el mayor partido tanto de espacio como de comodidad.
Hay viviendas en las que todo parece distinto o ‘reciclado’, mientras que en otras todo parece haber sido colocado en su lugar a conciencia, incluso aunque sean muebles de tu antigua vivienda, de diferentes proveedores, adquiridos en diferentes épocas…
Precisamente un material o un color puede ser un excelente hilo conductor en una casa. ¿Cómo? Logrando crear una conexión y una armonía.
En una vivienda en la que la combinación madera de haya y blanco esté presente de alguna manera en todas las estancias, lograremos darle el toque justo de estilo nórdico o escandinavo, con modernidad y vanguardia y además ganar luminosidad y claridad en nuestros espacios.
Si te gusta el mármol negro puedes tener la parte superior de una mesa en el salón, el suelo de un baño o aseo, un jarrón en tu distribuidor,… Se trata de una textura y color muy peculiar que aporta una elegancia y carácter muy especial y que tú lo colocas en varios espacios de tu vivienda para que todo sea un único ambiente.
A veces nos gusta un color intenso como los tonos terracotas y los introducimos en muchos puntos, sin saturar, pero creando conexión. En el salón en un macetero y en un cojín, en la alfombra de la entrada y en las toallas del aseo de invitados.
Hay quien prefiere arriesgar y hacer esta combinación con el rojo, verdes intensos o con mostaza. También hay estilos que lo tienen tan claro que integran una pared en ese tono gracias bien a pintura o con papel pintado.
Si tu hilo conductor decorativo es precisamente un color, una combinación muy acertada es introducirlo liso, pero también con estampados que lo integren. Así unos cuadros con motivos vegetales o florales pueden tener pinceladas de ese tono mostaza o ese rojo intenso que hemos elegido como denominador común en nuestra vivienda.
La imaginación y el gusto de cada persona en este sentido cobran absoluto protagonismo, porque hay quien se decanta con formas geométricas, por objetos vintage, por colores concretos, por materiales, por combinaciones,… Lo importante es darle sentido a todo, no hacer una ensalada sin aliño, si no una combinación perfectamente equilibrada.
