Los precios de la vivienda siguen al alza, aunque suben menos. Las ventas se ralentizan por una demanda latente que medita el mejor momento de una compra ya decidida. Y por primera vez las hipotecas fijas superan el 75%, tendencia que puede cambiar en breve.
Según el último estudio de la Sociedad de Tasación, las tendencias del sector inmobiliario en la primera mitad del 2022 mantienen los precios de la vivienda al alza, aunque se modera el incremento, pero siguen subiendo. En concreto el precio de la vivienda ha subido un 2,2%, lo que se traduce en una relajación de la subida de precios que modera la velocidad sobre el mes anterior, en junio 2022, cuando se encareció un 2,5%.
La política monetaria del BCE ralentiza la firma de hipotecas, pero la demanda sigue ahí, pendiente, valorando y pensando cuándo tomar la decisión de compra definitiva. Hay quien sabe que puede no ser el mejor momento para invertir, pero el dinero no para quieto y las necesidades de las familias tampoco.
Hasta un 24% se disparan los costes de las pymes españolas, los culpables son los precios de la energía y de los suministros que empujan al resto de sectores. El coste energético se duplica estrechando los márgenes y mientras, las ventas se ralentizan, por lo que muchas pequeñas empresas han incrementado el endeudamiento.
Los transportes se han encarecido más del 20% y es un sector estratégico y básico para decenas de otros negocios, entre otros, la construcción. Al igual que la energía, los transportes son medulares en una obra de construcción y ambos servicios han subido su coste más de un 20%. Si los costes de la construcción, o algunos de ellos, elevan sus precios un cuarto, ¿qué puede sucederle al precio de una vivienda de nuestra construcción?
La vivienda es un valor seguro, lo que se llama un ‘refugio’, y seguirá siéndolo incluso más que antes de la escalada inflacionista y la guerra en Ucrania. ¿Dónde invertir hoy? El mercado inmobiliario español ha demostrado y sigue haciéndolo sin vacile, una gran fortaleza y resistencia. Eso sí, no puede ser ajeno al contexto y tanto el miedo a una recesión generalizada como la incertidumbre movilizan más o menos a la demanda.
Diecisiete meses consecutivos de incremento en el número de firmas de hipotecas, en julio se registró el avance más moderado, que no retroceso ni frenazo, simplemente la menor subida. Tras un crecimiento del 25% en mayo, del 12% en junio, en julio fue del 2,3%. Se nota cierta moderación en la firma de hipotecas porque como destacan muchos analistas hasta ahora el dinero prestado no valía nada y ahora ya sí.
En julio, ante la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo, la cifra de hipotecas lo evidenció y se redujo, de hecho tan solo creció un 2,3% sobre el mismo mes del año anterior. Pero es que incluso con subida de tipos histórica, la cifra de hipotecas se incrementó en la comparación interanual, de nuevo una clara muestra, de la fortaleza del mercado inmobiliario y de la vivienda en España.
