España crece un 1,5% en el segundo trimestre de 2022, unas cuatro décimas más de lo esperado. La economía demuestra fortaleza y una tendencia positiva gracias al turismo y las exportaciones, pese al miedo y a precios que se mantienen muy elevados.
El crecimiento económico se acelera, en concreto los datos del Instituto Nacional de Estadística corrigen las previsiones mucho más pesimistas. El sector servicios y turismo, junto con las exportaciones de nuestras empresas tiran del carro económico, manteniendo una tendencia positiva también durante el segundo trimestre de este año.
La inflación mantiene precios muy elevados, especialmente en energía, vivienda y productos frescos, y se sitúa el 9%, lo que supone que nada puede bajar. Un contexto difícil en el que la economía española está demostrando un tejido estable y una gran fortaleza. Incluso desafiando a los peores augurios de crisis, recesión o inestabilidad, ya que las cifras indiscutibles, son las que han desacreditado esas previsiones.
Si nuestra economía ha logrado subir hasta un 1,5% en el segundo trimestre de 2022, es muestra de que la fuerte recuperación económica que se empezó en 2021, se mantiene como tendencia a lo largo de 2022, incluso en un nuevo contexto.
De abril a junio hemos crecido más de lo esperado pese a la guerra y a la inflación disparada, ya que en ese período los precios subieron por primera vez hasta el 10%.
El INE ha tenido que corregir las previsiones, porque finalmente la economía ha crecido unas 4 décimas más de lo estimado. Sobre todo por las exportaciones que se han incrementado hasta un 5%, lo que demuestra que mejora la demanda interna, el consumo de los hogares y la inversión empresarial.
No es la primera vez que hay que corregir al alza las estimaciones, por lo que no es tan negro el panorama, de hecho, según otros muchos analistas y economistas, el futuro es incierto, pero no necesariamente negativo.
El PIB sigue por debajo del registrado en 2019, algo que ya había sucedido cuando en el tercer trimestre de 2021 subió unas siete décimas más de lo que auguraban las previsiones.
La balanza de pagos está registrando datos muy superiores a lo estimado, ya que las exportaciones son mayores de las previstas, lo que es una excelente noticia para nuestro país y para nuestro tejido empresarial que no deja de exportar sus productos y servicios gracias a una excelente competitividad.
Y todo aunque las economías que más nos compran, están mostrando cierta incertidumbre también. En Alemania, Francia y Unión Europea en su conjunto, la actividad industrial echa el freno en parte, no así en los Estados Unidos.
El gobierno español achaca este crecimiento de nuestra economía doméstica al impacto provocado por las inversiones del plan de recuperación estatal, creado con el objetivo de recuperar nuestra economía a través de medidas y ayudas a familias y empresas para paliar la subida de precios. Afirma la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que es “una evolución natural debido al fuerte crecimiento que arrastramos desde 2021”.
El próximo trimestre también debería ser mejor de lo esperado, ya que estará marcado por el verano y el turismo que en España tiene un gran peso y está registrando valores similares a antes de la pandemia del covid19.
Por ejemplo, en agosto de este año los hoteles españoles han alcanzado el 99% de los clientes recibidos en 2019, y el 98% de las pernoctaciones. Por lo que la mayoría de los establecimientos hoteleros afirman que, a pesar de la inflación, la pandemia por fin se ha superado en el sector.
Las Islas Baleares han sido el destino más visitado por los turistas internacionales, mientras que Andalucía lo ha sido para los turistas nacionales. Paralelamente, los precios hoteleros también se han recuperado hasta un 13% este año. Unos 127€ de media por habitación ocupada, un 16% más que antes de la pandemia y de media se ingresan unos 100€ por habitación.
No sería descartable un estancamiento de la economía únicamente por la incertidumbre, pero los datos demuestran un “crecimiento sólido” y tanto economistas como gobierno lo defienden. Actualmente el peor enemigo de la economía es el contexto y las dudas que en sí crea la situación.
Los expertos hablan del efecto dominó de los precios de la energía que han provocado la subida de precios generalizada. Aunque la demanda no parece quebrarse ante la subida de precios. Entre enero y marzo de 2022, justo antes de la guerra, en nuestro país se compraron más de 160.000 inmuebles.
En el primer semestre de este año, la vivienda no ha mostrado ni el más mínimo titubeo y ha acelerado moderada y constantemente. Síntoma de estabilidad y fortaleza afianzada durante años. En abril en concreto se vendieron un 12% más de casas que el año anterior.
Los precios han subido sin marcha atrás, la inflación se contiene pero continúa muy elevada y la demanda continúa interesada en comprar viviendas, por lo que los 90.000 millones de euros ahorrados en la pandemia, siguen buscando casa para vivir o invertir. Incluidos los compradores extranjeros que han recuperado las cifras de compraventas pre-pandemia.
Algunos hogares tienen la decisión tomada de comprar una vivienda, solo falta el momento idóneo o la oportunidad concreta, y en ese momento, sabiendo conforme está el mercado inmobiliario, no dudarán en comprar su nueva casa.
