Desde hace décadas la investigación evoluciona y cada vez parece que estamos más cerca de lograr utilizar órganos de animales para seres humanos. Los últimos avances han sido muy halagüeños, aunque también el desenlace de algunos hitos logrados ha sido desilusionante.
Es el caso del fallecimiento del paciente estadounidense al que le fue trasplantado por segunda vez en el mundo, un corazón de cerdo. Dos meses después de la exitosa operación, el hombre de 58 años que padecía una insuficiencia cardíaca, moría en Maryland.
El corazón había sido alterado genéticamente para trasplantarlo, al igual que ahora ha sucedido con un riñón también de un cerdo. El órgano ha sido modificado genéticamente para poder ser trasplantado a un ser humano que padece una enfermedad terminal. Un hombre de 62 años con una patología renal en Estados Unidos ha sido la primera persona a la que se le ha implantado un riñón de un cerdo y, por el momento, los resultados han sido muy optimistas.
Por primera vez una persona, concretamente Richard Slayman, ha recibido un trasplante de un riñón animal en una operación realizada durante cuatro horas en el Hospital General de Massachusetts en Estados Unidos. El hombre está catalogado como un paciente grave con riesgo vital, perfil para el que está autorizado este tipo de trasplantes ‘experimentales’.
Los trasplantes experimentales como estos de corazón o riñón de cerdos en humanos, abren sin lugar a dudas un camino para que en el futuro se pudieran estandarizar soluciones a las nuevas necesidades de nuestra sociedad.
Nuestra sociedad sufre una escasez creciente de órganos, ya que, entre otros factores, cada vez disfruta de una esperanza de vida más alta y tasas de natalidad más bajas. En países como España, afortunadamente, somos privilegiados en comparación con otros como precisamente Estados Unidos, donde cada año fallecen 17 personas esperando un trasplante de algún órgano y más de 100.000 viven acutalmente en esa espera.
Los denominados ‘xenotrasplante’ o trasplante de células, tejidos u órganos entre diferentes especies, se valen de tecnologías muy avanzadas capaces de adaptar y alterar la disposición genética de algunos órganos de animales para que sean útiles a los humanos. Concretamente la tecnología CRISPR-Cas9 se vale de la eliminación de genes porcinos incompatibles, por otros genes humanos para facilitar el intercambio y la viabilidad.
También se hace necesario o recomendable eliminar y dejar inactivos retrovirus endógenos de los cerdos para minimizar riesgos de infecciones. Avances tecnológicos y biológicos que posibilitan pensar que en el futuro este tipo de xenotrasplantes suponga una solución real y extendida para determinados pacientes.