Sus islas en pleno Océano Pacífico están desapareciendo ante la subida del nivel del mar por el calentamiento climático. Miles de personas ven cómo su residencia habitual desaparece ante los efectos irrefrenables del cambio climático.
Tuvalu es un país insular de Oceanía en plena Polinesia en el Océano Pacífico a mitad de camino entre Australia y Hawái. Apenas tiene 12.000 habitantes distribuidos en islas que tan sólo tienen una altitud de 5 metros sobre el nivel del mar. Es un auténtico paraíso natural con cuatro arrecifes de corales y cinco atolones.
Sin embargo, su plácida calidad de vida se ha visto desde hace unos años muy alterada. Simplemente porque sus islas están desapareciendo bajo las aguas del océano.
Dos de las pequeñas islas que componen Tuvalu ya han sido cubiertas por el agua del mar y el resto es cuestión de tiempo que corran la misma suerte y sean engullidas por su idílico Océano Pacífico.
Las autoridades locales advierten que la rapidez con la que aumenta el nivel del agua del mar por la subida de la temperatura media de La Tierra y del agua del mar, supera las expectativas y la teoría.
En unas 8 décadas, auguran los expertos, que todo Tuvalu y todas sus islas serán pasado y habrán desaparecido por completo. Se trata del segundo lugar del mundo en el que la altitud es más reducida, sólo por detrás de las Islas Maldivas (2 metros sobre el nivel del mar).
Por ahora, su vecina Australia se ha ofrecido para acoger a los habitantes desplazados ante este desastre climático. Las autoridades australianas se han comprometido a ofrecer visados gratis a los habitantes de Tuvalu, facilitándoles residencia, trabajo y asistencia sanitaria en su territorio.
Se trata de los primeros habitantes de La Tierra denominados ‘refugiados climáticos’, ya que tienen que huir irremediablemente de sus territorios y serán acogidos en otros países. En esta ocasión la razón no es ni un conflicto bélico ni una hambruna, se trata de uno de los efectos del cambio climático en nuestro planeta.
Según estiman los científicos especializados en las consecuencias de las emisiones contaminantes y el efecto invernadero causante del calentamiento del agua del mar, la temperatura media llegará en 2030 a los 3 grados centígrados.
Y si la tendencia no cambia con medidas drásticas contra las emisiones, en 2050 se calcula que habrá más de 1.200 millones de personas desplazadas de sus territorios que pasarán a ser ‘refugiados climáticos’.
Los refugiados climáticos, por ahora, son personas alegales, ya que hasta la fecha no existe legislación internacional que regule la situación o los derechos de los habitantes de un territorio que se ven obligados a abandonarlo por causas medioambientales. Una situación alarmante y novedosa que probablemente era impensable hasta hace unos años.