El verano a veces es sinónimo de mudanzas y cambios de casa para la nueva temporada, y si nunca te has enfrentado a una mudanza puede llegar a ser muy estresante. Psicológicamente debes prepararte para empaquetar toda tu vida, por lo que es el momento idóneo para deshacerte de todo aquello que no hayas utilizado en los últimos dos años. Ya no merecen más purgatorio…
Es recomendable empaquetar primero las cosas de valor sentimental o mayor importancia como obras de arte, joyas, documentos importantes… que sueles utilizar menos y quieres proteger bien.
Y así, progresivamente, comenzar por lo que utilizas con menos frecuencia para terminar con aquellos que precisas en tu día a día como los enseres del baño o tu ropa diaria. Por ejemplo, los primeros objetos que deberías empaquetar serían libros, revistas, juguetes, costurero, bricolaje, decoración…
A continuación, es muy útil que guardes aquellos objetos que tienes repetidos como juegos de sábanas, toallas, bolsos, zapatos, ropa interior…
En este punto hay un truco muy útil: preparar una maleta como si nos fuésemos de viaje una semana, con todo lo esencial y necesario para pasar unos días sin el resto de tus cosas. Así, aunque no puedas acceder al contenido de las decenas de cajas que trasladarás de una casa a la nueva vivienda, tendrás en tu maleta todo lo imprescindible.
¿Qué es esencial durante esos días? Enseres de baño, ropa interior, ropa de mudanza y de calle, calzado, botiquín básico, equipos electrónicos y sus cargadores… ¡y poco más!
Una mudanza es un momento complicado logística y familiarmente, que puede ser desencadenante de conflictos o en la que se pueden ‘perder’ objetos. Para evitar este tipo de consecuencias, los expertos recomiendan algunos trucos básicos:
- Empaquetar con tiempo
- Proteger en función de fragilidad
- Etiquetar todo
En una mudanza puedes fácilmente tener que llenar 50 cajas, por lo que es fundamental numerarlas y contarlas. Todo depende de si en la vivienda que dejas llevabas un año o diez, si la mudanza es de una persona o de una familia, o si la casa anterior era mucho más grande o más pequeña que la nueva…
Comprar cajas vacías también es importante, porque hay de muchos tipos, precios, tamaños. Hay quien coge todas las cajas iguales, pero meter productos de limpieza de hogar en una caja de grandes dimensiones no es recomendable por el peso que alcanzará, quizá puedas alternar esos productos con trapos de cocina u otros enseres que pesen mucho menos. También hay que tener en cuenta si las cajas tienen hueco para meter la mano porque es realmente muy útil, o si disponen de solapas que sólo con cruzarlas se pueden cerrar, en lugar de necesitar cinta adhesiva. No olvidar comprar cinta adhesiva de un ancho considerable para que su cierre sea perfecto.