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¿Por qué mi casa es deficiente en aislamiento térmico?

¿Por qué mi casa es deficiente en aislamiento térmico?

La mitad de las viviendas españolas según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), tiene un claro problema de aislamiento térmico que suele ser muy deficiente. Una de las causas principales es el envejecimiento del parque inmobiliario de viviendas en España, la mayoría han sido construidas antes de 1980, es decir, tienen más de 40 años.
Por lo tanto, cuando fueron construidas el código técnico de la construcción no exigía, como sí hace hoy, un espesor concreto de materiales aislantes en las paredes, los techos o los ventanales. Y ahí es precisamente donde más frío y calor se contagia al interior de la casa.
Hoy hay tecnologías aislantes por ejemplo en la carpintería de aluminio con ‘rotura del puente térmico’ que logra justo eso, ‘romper’ la continuidad de la temperatura exterior.

tecnologías aislantes

Además de no estar bien aisladas de la temperatura de fuera de la vivienda, muchas viejas casas tienen graves problemas derivados de esos malos aislamientos. En otras complicaciones, las casas con aislamientos deficientes suelen sufrir condensaciones en las ventanas, humedades en las paredes o interior de armarios incluso. Y sufrir hoy en día en zonas secas como la Comunidad de Madrid, este tipo de complicaciones es innecesario y no está acorde con los avances de materiales y tecnologías de la construcción actual.

Se puede ahorrar hasta un 40% en la climatización del hogar solo con sistemas de aislante convenientes. No hablamos de aislamientos por encima de la media de costes ni de necesidad en un clima como el nuestro, se trata de cifras que se obtendrían con aislamientos de media gama.

Dado el precio de la energía, este ahorro energético derivado de un correcto aislamiento, significa mucho más que normalmente. Si las asociaciones de consumidores cada año con la llegada del invierno nos recordaban que la etiqueta de eficiencia energética de las viviendas es más importante de lo que parece, este año, en el contexto internacional de crisis energética, mucho más. Tanto por su repercusión en el ahorro energético y para reducir nuestra dependencia, pero a nivel doméstico y particular, por el enorme ahorro económico en las facturas que supone reducir el consumo.

Reducir el consumo no significa, como muchos consumidores están haciendo en este arranque del otoño con las primeras semanas frías, que se resume en poner menos tiempo nuestra calefacción y con algún grado menos que otros años obligándonos a ir más abrigados en casa.

reducir consumo energético

Con unos aislamientos oportunos en nuestro hogar, directamente no necesitamos la calefacción tanto tiempo ni tantos grados. Por lo que no consiste en pasar frío, al contrario, en lograr que el frío no entre en nuestro hogar.