Desde hace años, en países como Alemania, en las grandes superficies y supermercados te pagan por entregar para reciclar las botellas de cristal y vidrio. Bien te reembolsan dinero o te dan tickets para realizar la compra en sus superficies comerciales. Una medida rehusada en España durante años y polémica porque aquí la gestión del reciclaje se realiza a través de Ecoembes, que se opone a implantar este tipo de recompensas a los consumidores para fomentar la economía circular y el reciclado.
El Congreso de los Diputados acaba de refrendar la nueva ley de residuos y en ella se alberga la posibilidad de implantar un sistema de depósito, devolución y retorno de envases. Ecoembes defiende el modelo actual de recogida de envases gracias a sus contenedores amarillos, pero varios grupos políticos y ecologistas la ponen en cuestión y creen que un sistema de devoluciones a cambio de una fianza simbólica sería mucho más eficiente y motivadora.
Ahora, la nueva ley replantea el futuro en función del porcentaje de reciclaje, en 2023 tendremos que alcanzar el 70% y en 2027 el 85%. Por el contrario, “se implantará en todo el territorio en el plazo de dos años un sistema de depósito, devolución y retorno para estos envases”.
La idea no es nueva, hace años en nuestro país era habitual usar fianzas y depósitos con las botellas de cristal para la leche, el vino o el aceite a granel. Es una fórmula mucho más ecológica incluso que reciclar el vidrio, utilizarlo una y otra vez para el mismo uso. Hoy es conocido como el sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases y sería la alternativa natural al modelo actual. En el caso de los plásticos sustituiría al contenedor amarillo, y para latas y vidrio pasaría por un proceso de lavado para volver a ser utilizado.
La lucha contra el plástico además, ahora se refuerza con un nuevo impuesto que grava los plásticos no reutilizables, en la senda de varias directivas europeas sobre plásticos de un solo uso que pedían una actualización de la hasta ahora norma vigente de 2011. A partir de ahora, los productores que fabriquen envases no reutilizables estarán gravados con 0,45€ por cada kilo de plástico utilizado. Y se estipula una superficie mínima del 20% en los establecimientos de más de 400 metros cuadrados, donde los productos se vendan ‘a granel’ para eliminar los embalajes.
