Hay sectores e industrias que necesitan avanzar de forma importante en su descarbonización, sin embargo, tienen un contexto y situación complicados, como la aviación o las calderas. En cualquier caso, son los responsables de millones de toneladas de CO2 anuales a nuestra atmósfera que hay que evitar cuanto antes. De ahí que se necesita actuar en varias líneas:
- Producción de carburantes verdes
- Desarrollo e innovación de nuevos productos
- Reducción de emisiones
- Fomentar su uso en aeronáutica (SAF), calefacciones…
- Asentar población en zonas despobladas
- Reutilizar residuos forestales, agrícolas…
Para lograr esa descarbonización real hay que buscar soluciones fáciles de implementar y con demanda, y en este marco el Congreso de los Diputados español dio luz verde a la promoción de carburantes sostenibles.
Muchas firmas privadas llevan años apostando por el desarrollo e I+D+i de nuevos combustibles precisamente en esta línea, pioneros que arriesgan su negocio para cubrir nuevas necesidades del mercado automovilístico, aéreo, naval, de sistemas de climatización…
Los nuevos carburantes sostenibles, si se utilizan de forma habitual, por ejemplo, en aeronáutica, son capaces de reducir más de un 80% las emisiones contaminantes de dióxido de carbono actuales.
En el caso de las calderas, el biometano o gas renovable, está llamado a ser la gran solución verde para su descarbonización mayoritaria. Sólo con un tercio del biometano que se produce en nuestro país, podemos cubrir la demanda del parque de viviendas actual que precisa calefacción y tiene caldera. Y, afortunadamente, todos los equipos y las calderas instaladas hoy en día pueden utilizar este gas verde, así que evitaríamos ajustes.
Los gases renovables, principalmente el biometano y el hidrógeno verde, ya son una realidad factible para evitar la contaminación que cada invierno producen miles de calderas, por lo que, con el apoyo de infraestructuras y distribución, pronto podrán transformar el modelo actual.
Del queroseno habitual que se utiliza en los transportes aéreos de Inditex, a utilizar combustibles alternativos o sostenibles, se evita el 80% de las emisiones de CO2, por lo que todas las medidas, por pequeñas que puedan parecer, suponen mucho para nuestro planeta.
Grandes empresas españolas como Iberia o Repsol están siendo capaces de ver el presente como una oportunidad para sellar acuerdos con otra grande como Inditex y que el 5% de los carburantes SAF de sus transportes. Una medida que, pese a parecer un porcentaje reducido, supone miles de toneladas de emisiones al año que dejan de emitirse, y que, además, supone un impulso enorme para la visibilidad de la necesidad de una descarbonización real.
