La decoración se vale de diversas texturas para potenciar un estilo propio con carácter y para dar mayor profundidad y amplitud a tus espacios. Papel pintado texturizado en las paredes, cuadros con relieve, decoración labrada y textiles gruesos. No te decidas por una, ¡elígelas todas!
Las texturas enriquecen tus estancias y cada vez están más presentes, son más originales y más gruesas. Los papeles pintados ahora imitan tela y aparecen texturizados para dar mayor calidez y originalidad a los espacios que se transforman en áreas envolventes.
Mezclar diferentes texturas nos proporciona un aluvión de sensaciones y vibraciones que dotan a tu estancia de vida y personalidad. Además, uno de los principales beneficios de ese juego de formas y colores es que los espacios gozan de una mayor profundidad y, por lo tanto, parecen estancias más amplias y espaciosas.
Mezclar texturas es revolucionar nuestros sentidos, porque el tacto y la vista provocan al resto creando dimensiones que nos evocan mucho más. Profundidad, sensualidad y atractivo gracias a acabados heterogéneos como superficies rugosas, inacabadas, puntiagudas, granuladas, regularidad, suaves, vastas, ásperas…
Los cuadros van mucho más allá de una simple lámina o póster, una tendencia muy marcada este año 2025 es que ganan rugosidades y relieves, que los dotan de un toque artesano donde vemos la mano del hombre interviniendo. Y, a la par, nos transmiten sensaciones y vibraciones que la pintura lisa evidentemente no alcanza.
Similar sentimiento con las paredes, que pintadas de blanco o de cualquier otro color nos aportan mucho menos que las nuevas paredes texturizadas bien con papel pintado engrosado o imitando tela. O también, paredes con pinturas con efectos similares a una textura real.
No sólo aparecen texturas en superficies donde antes preferíamos lisos y líneas sencillas, si no que, además, las texturas se enriquecen con más originalidad, grosor y atrevimiento. Las texturas lisas ya no son prioridad, y mucho menos, espacios lisos que ahora nos parecen serios, sosos o sin personalidad.
El juego y diversidad de texturas no significa estampados diferentes, si no la variedad en los materiales y su tacto, por eso a veces sólo se perciben en las distancias cortas, donde una pared con acabado lino textil provoca sensaciones muy diferentes que una pintura fría. Arriesga con tus texturas y mezcla sin miedos, no dejes sin arropar tu hogar.
Prueba a utilizar diferentes telas como lino, terciopelo, algodón, lana, cuero, cuerda… Las fibras naturales son grandes aliados para lograr esas sensaciones de texturas variadas. Con esta combinación lograremos contrarrestar el frío de algunos acabados como el cuero o la polipiel y que el conjunto resulte cálido. Las alfombras también son grandes aliadas, así como todos los textiles y tejidos a la vista como mantas de ganchillo, plaids en camas y sofás, cojines, muebles tapizados, cortinas…

Completamente independientes a tu estilo decorativo, las texturas garantizan sensaciones y vibraciones que nos transmiten las estancias. Cuando una superficie es plana y lisa, logra una neutralidad y/o frialdad que los relieves y las texturas potenciadas evitan, logrando espacios con carácter, singularidad y acogedores. Juega con las texturas y poténcialas para que tu hogar sea atractivo, sensorial y con mucha personalidad.