La pandemia hace repuntar al precio de la obra nueva. La vivienda de obra nueva es un valor seguro y el mercado lo sabe. Hasta alcanzar incluso precios que tocan máximos de los últimos 10 años. Las casas son el epicentro familiar, profesional y el refugio de un problema sanitario o contagio.
Son datos muy positivos para un sector, muy sensible en la anterior crisis económica, pero cuya situación y contexto nada tienen que ver con este 2020.
La demanda de casas de obra nueva, especialmente en el entorno de las grandes ciudades, se ha disparado y con ella su precio, que resistió los primeros envites de la covid, y tras el confinamiento se revaloriza e incluso sube con respecto a los últimos años.
Hemos pasado mucho tiempo dentro de casa y sabemos mucho mejor que antes del confinamiento qué necesita nuestro hogar. De ahí que muchas familias busquen zonas más alejadas de las aglomeraciones del centro de las ciudades y que se decanten por casas unifamiliares con zonas de exteriores, piscina y más metros cuadrados.
El virus no ha frenado la evolución al alza de los precios en el sector inmobiliario, según Sociedad de Tasación, y eso vuelve a crear desequilibrios en algunas ciudades donde a las familias les cuesta más adquirir la vivienda y la hipoteca.
En zonas como la Comunidad de Madrid el acceso a la vivienda tras un incremento en el precio de los inmuebles, se condiciona en un porcentaje más amplio al acceso a la hipoteca.