La demanda toca máximos, especialmente los menores de 35 años, casi dos tercios reconoce que está buscando una casa nueva. Tanto el alquiler como la compra trasladan a los precios la escasez de inmuebles.
El 30% de las obras en curso se paralizaron durante los primeros meses de este año ante la subida desmesurada de los costes, especialmente algunas materias primas, con la consecuente bajada del stock de vivienda de obra nueva.
Desde el covid a hoy ha cambiado la perspectiva notablemente, en apenas un año la demanda de alquiler ha cedido enormemente en favor de la preferencia por la adquisición de una vivienda. Según Fotocasa, “la demanda de compra de vivienda, frente al alquiler, es la más elevada en años. El 60% tiene intención de comprar una vivienda en los próximos 2-5 años. Tenemos la mayor demanda de compra de vivienda de la historia por parte de los menores de 35 años.”
La escasez de inmuebles es solo un motivo más que complica el acceso a la vivienda para jóvenes menores de 35 años actualmente, que solo en la Comunidad de Madrid firman cada año unas 12.000 hipotecas. La demanda de los jóvenes es fundamental para el mercado inmobiliario y las condiciones son muy cambiantes, especialmente por el llamado ‘invierno demográfico’ que provoca una pirámide poblacional antinatural que está afectando las dinámicas habituales de la vivienda.
Hoy en España, el 80% de los menores de 35 años retrasa la edad de emancipación por el complicado acceso a la vivienda, y el 50% todavía vive con sus progenitores precisamente por las carencias del empleo en este segmento de la población, según el último informe de Fotocasa sobre jóvenes y mercado de la vivienda.
Uno de cada dos jóvenes entre 18 y 35 años participa en el mercado de la vivienda activamente, es decir, son demandantes reales de casa. Y es que la demanda está latente más allá de las operaciones de información y la perspectiva que los agentes inmobiliarios pueden demostrar y son tangibles.
Mientras, el contexto para el alquiler sufre una situación especialmente complicada ante la falta de stock de este tipo de viviendas, que ha disparado como nunca el precio de la vivienda para arrendar, especialmente se elevan los precios en grandes ciudades como Barcelona o Madrid.
La oferta de alquiler ha descendido en 2020 un 5%, en 2021 un 4% y en febrero 2022 un 3%, “la escasez de viviendas de alquiler tensiona los precios y hoy el alquiler está en una situación de alarma” según afirma María Martos de estudios de Fotocasa.
Además de circunstancias comunes a la compra de vivienda por los elevados precios y la escasez de inmuebles, en concreto para el alquiler se suman otros condicionantes como la tensión que crea el alquiler turístico y la baja renta de los demandantes con un gran porcentaje de jóvenes estudiantes o con primeros empleos.
Este contexto hace que la solución para muchos buscadores de vivienda no pase por alejarse del centro de las grandes urbes como antaño. Los precios de los inmuebles más alejados tampoco son mucho más económicos, al contrario, porque en muchos casos se trata de viviendas más amplias, con más metros cuadrados, exteriores como jardín, terraza o piscina, y que evidentemente no resultan más baratos que pequeños inmuebles del centro.
La Comunidad de Madrid acaba de sacar a disposición una de las ofertas de suelo público más importantes de los últimos años para paliar la situación, todo tras el Plan Vive de colaboración público-privada, ambas iniciativas buscan un objetivo transversal, que se construyan viviendas de nueva construcción y agilizar la situación de escasez de vivienda y aumento de precios de los terrenos y suelos.
