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Las mil caras de tus estanterías   

Las mil caras de tus estanterías

Resurgen para separar ambientes sin reducir la profundidad visual de un gran espacio. Decoración vanguardista con mucho diseño. Las estanterías marcan tendencia decorativa. Inspírate y descubre la estantería también en modo cerramiento. ¡Toma nota!

separar ambientes con estanterías

Cuando hablamos de decorar con estanterías vamos mucho más allá de su utilidad en cuanto al almacenaje o el orden que nos pueden aportar y que tradicionalmente eran su único servicio en nuestro hogar.
Las estanterías hoy sirven, además su funcionalidad habitual, para separar ambientes y crear espacios diferenciados sin romper la continuidad visual, con soluciones tan novedosas como las estanterías que cuelgan el techo, o que cubren todo el espacio del techo al suelo similar a un cerramiento.

Estanterías con trasera de cristal o que alternan algunas traseras en diferentes colores o materiales, e incluso algunas sin trasera. Opciones con espacios abiertos, metalizadas, con espejo, con cristal, sin trasera, en madera maciza al natural, con acero y aluminio, los materiales también se han transformado y hoy el abanico de texturas y combinaciones es más amplio que nunca antes. También la demanda de este tipo de estanterías es muy superior y de ahí que se diseñen fórmulas personalizadas originales, modulares, curvas, rectas, combinaciones…

La estética de una estantería o baldas y todas sus piezas decorativas que en ella se alojen, tiene muchas caras. Especialmente en estantes sin trasera que aportan mucho más que un soporte. Son auténticas protagonistas en espacios abiertos, distribuidores, grandes estancias, viviendas de concepto abierto con una planta completa diáfana o sótanos habilitados y acondicionados con diversas zonas para distintas utilidades.

Las ventajas de unas baldas en cualquier rincón son inapelables para decorar y para, por ejemplo, almacenar libros de lectura. El orden siempre debe ir acompañado de una selección y un equilibrio. Si una balda está repleta de libros y la otra sólo tiene una pequeña pieza decorativa quedará descompensado el conjunto. Sin embargo, si armonizamos aunque sea con diversos elementos como una escultura, una vela, unos libros,… en la diversidad estará la complejidad y el estilo singular.

Es decir, en cualquier balda, sea de pared o parte de un conjunto de estantería mayor, debemos decorar de forma armoniosa y eso significa colocar objetos con una planificación pensando cada espacio y cada pieza.

En las piezas decorativas de una gran estantería es tendencia elegir una paleta de colores muy similares para crear un efecto monocromático muy original y de moda. Por ejemplo, con varios objetos en blanco o en azules, preferiblemente que contrasten con la propia estantería.

Hay dos fórmulas básicas en la decoración de una estantería: o bien que ella en sí misma sea original como madera labrada, o con originales formas curvas y rectas combinadas, en cuyo caso la protagonista indiscutible es el continente (la estantería) y su decoración debería pasar más desapercibida con tonos neutros, objetos discretos como libros, lámparas sencillas o velas de formas rectas.

O, por el contrario, podemos tener una estantería sobria por ejemplo en cristal y perfiles negros metálicos o una madera natural lisa por completo. En este caso la decoración puede ser mucho más arriesgada y por ejemplo tener piezas étnicas, cerámicas de colores intensos y sorprendentes, figuras de animales en madera labrada, flores o ramas vegetales con volumen, plumas, jarrones, lámparas de mesa con un pie con carácter.

Lo importante es diseñar la decoración con el mimo suficiente para que la sensación no sea de acumular objetos sin orden ni diseño. Cuidar las combinaciones y estudiar su ubicación. Es recomendable que en una misma balda o altura de la estantería haya objetos con volumen y altura distintos como una planta y un marco de fotos, o unas flores y unas velas. No recargar también es un arte, porque a veces los espacios más holgados no están vacíos, al contrario, permiten a la decoración y en concreto a la estantería ‘respirar’ para no saturar.

Dependiendo de la estancia de nuestro estilo decorativo debemos pensar en diferentes piezas para nuestra estantería, como algo más sofisticado y estético para un salón o un distribuidor y objetos más coquetos en un dormitorio.

Si hablamos de un salón moderno podemos incluir cuadros y marcos apoyados directamente en la trasera de nuestra estantería como un toque original y vanguardista. Y la idea de colocar unos objetos en primer plano y otros más atrás tapados por los primeros es un estilo de ubicación muy de moda actualmente.

También colocar paneles en los que colgar un cuadro o una pantalla de televisión es una opción muy demandada, e incluso paneles que se camuflan y se oculten. Alternar espacios opacos cerrados o tapados con otros abiertos a la vista es una manera de aportar profundidad y dimensión a una gran estantería, aunque últimamente se huye de espacios tipo vitrina que queden a la vista tras un cristal, o tapado opaco o a la vista abierto.

¿Cómo se colocan los libros en una estantería? Hay tendencias para todos los gustos, pero entre las más habituales están las que organizan los libros por altura de manera gradual del más alto al más bajo o viceversa. Y otra tendencia es que sean todos exactamente iguales en cada balda.

También podemos girar el lomo de los libros para evitar el contraste de letras de diversos tamaños o colores diferentes de cada ejemplar. Hay mucha gente que deja a la vista la parte de las páginas para armonizar y que haya un único color, el de las páginas.

libros en estanterías

Colocar los libros en horizontal en lugar de siempre en vertical es una solución que aporta un gran movimiento a la estantería en su conjunto. También las revistas o los libros de amplio formato se apilan con un original resultado.

Las mezclas en una estantería, tanto de estilos como de volúmenes, como de texturas o soluciones es un acierto. Nuestra decoración y la estancia ganarán muchísimo con los objetos que alojemos en sus baldas así que no es baladí la decisión, debemos huir de ‘descargar’ en ella lo que no ‘cabe’ en otras ubicaciones.

Es fundamental evitar objetos numerosos y muy pequeños porque ‘ensucian’ el conjunto y la armonía de la visión general. Además un truco recomendable es jugar con las simetrías, incluso con objetos distintos pero que se duplique simétricamente la composición siempre crea un efecto equilibrado al conjunto.

Otro consejo básico es salpicar las composiciones de plantas y flores, bien sean naturales o artificiales, pero su conexión con la naturaleza ayuda en todos los estilos decorativos. También podemos alternar nuestra decoración con toques de materiales naturales como piedra, marfil, pizarra o nácar.

No es nada recomendable dejar una estantería sin puntos de luz, bien sean integrados para iluminar la trasera y aportar una gran profundidad, o bien como lámpara de mesa en un rincón preferiblemente en la parte baja.