¿Te gusta vestir todo de un único color? ¿Por qué no en casa? Azul equilibrio para todo un salón con diferentes texturas y materiales pero todo a un color. Malva alegre, naranja creativo, rojo alegría, verde vitalidad...
Lo hemos visto en la moda, tanto en los looks de calle como en pasarela y televisión, looks monocromáticos; todo a un color desde el chaleco, el traje, los zapatos y los complementos. Y también es tendencia en decoración y encontramos estancias y ambientes monocromáticos.
Una estancia con decoración monocromática es sutil, elegante, con carisma y con un efecto similar a las tonalidades neutras, es decir, al no encontrar grandes contrastes no satura, no cansa.
Eso sí, no es fácil armonizar un hogar con estancias monocromáticas, porque una es un acierto, pero varias puede resultar un despropósito. Tampoco todos los colores sirven para esta arriesgada decoración.
Seleccionar un único color para ambientar ese espacio pero antes tener en cuenta el uso de esa habitación, por ejemplo nada tienen que ver un dormitorio juvenil o un salón en cuanto a las actividades habituales que se desarrollan dentro.
Para escoger el color es muy importante probarlo en casa conforme a la luz de la estancia concreta, porque un naranja puede ser alegría o locura en función de cada persona, de su intensidad y del tono concreto escogido.
Por ejemplo los malvas, violetas, morados y lilas son muy elegantes, sofisticados y sutiles. Desde el añil, suave pastel, o intensos pavorreal, noche y petróleo, el azul en toda su amplísima gama aporta calma, equilibrio, concentración y armonía.
Si el invierno te entristece, el rojo es tu color que da energía y estimula nuestros sentidos como ningún otro de todo el arco cromático. No hay Pantone más alegre ni con más seguidores, desde los rojos de labios atrevidos, sensuales y con mucha personalidad a cualquier rincón de tu casa. Nada de romanticismo y corazones de San Valentín o cupido, el rojo es un color para gente sin complejos, capaz de saber lo que quiere sin seguir tendencias ni influencias. ¡Todo al rojo!
Los colores cítricos, naranja y amarillo son también pura vida y vitalidad. Es recomendable por ejemplo para despachos o zonas de trabajo y estudio, fomentan la creatividad y favorecen la imaginación.
El blanco amplía tu casa, da serenidad y luminosidad a cualquier espacio, provocando que parezca más grande. También es un color muy castigado por haber sido muy explotado tradicionalmente en cocinas y baños sobre todo. Por eso la mayoría busca alternativas más novedosas y sorprendentes para huir del omnipresente blanco. Sin embargo, las ventajas del color más luminoso son muchísimas e insustituibles.
Lo más parecido a decorar en blanco son los colores neutros claros como beige, piedra o nudes, que también son luminosos y ayudan a dar sensación de amplitud, aunque en estos casos con un toque más moderno y con mayor personalidad.
No dudes en alternar diferentes texturas y estampados con el mismo denominador común cromático. Una vela de ese color, un cojín con relieves, un jarrón de cristal o cerámica en ese mismo tono. Nos garantizamos que pese a ser una estancia monocromática, tendrá profundidad y viveza, nada de decoraciones sobrias casi estáticas, sin matices, movimiento y sorpresas.
Un efecto visual muy recomendable es colocar papel pintado en tonalidad muy similar o con un estampado en esa gama cromática que aportará en su conjunto sensaciones de amplitud y profundidad.
Que sigas esta tendencia monocromática no significa que prohibamos el resto de colores en ese espacio. Siempre hay toques complementarios que ayudan a esta opción decorativa como materiales metálicos en dorado o cromado, madera natural o fibras naturales. O simplemente la opción de combinar con toques blancos, negros o cualquier otro neutro en contraste con el color principal dominante.