El último informe sobre el avance del cambio climático ha sido presentado precisamente por la ONU, y afirma que el ritmo es “alarmante”.
Según estos datos, la década comprendida entre 2011 y 2020 ha registrado las temperaturas más elevadas hasta el momento, por lo que se considera la década más cálida de la historia reciente. Exactamente hablamos de una subida de 1,1 grados centígrados sobre la registrada en la era industrial.
Este aumento de las temperaturas se tradujo en un aumento del nivel del mar, que si en la década anterior había sido de 2,9 milímetros anuales, en esta ocasión casi ha sido del doble, unos 4,5 milímetros por año, según la agencia meteorológica de Naciones Unidas.
Alarmantemente, la causa es la disminución del grosor de los glaciares, que cada año de la década 2011-20 se redujeron un metro. Algunos, evidentemente están completamente derretidos ya y otros sufren un ritmo vertiginoso.
Desgraciadamente, nos estamos malacostumbrando a escuchar y leer noticias y adjetivos muy gruesos y preocupantes sobre la crisis climática en nuestro planeta.
Por mucho que nos adviertan los científicos, y por muchas buenas intenciones que se renueven cada COP internacional, la realidad es mucho más tozuda y los efectos devastadores del cambio climático, muy más contundentes.
Parece que no aprendemos, sin embargo, este último informe de la ONU afirma sin dudas, que en apenas siete años viviremos con un grado y medio más de temperatura media en La Tierra. Una cifra que será demoledora:
- para la vida de miles de especies animales, marinas, vegetales…
- para la desertificación y prolongación de sequías
- para la expansión de enfermedades y hambrunas
- para la fusión de glaciares y aumento del nivel del mar
Por supuesto todos estos daños medioambientales tienen también una grave traducción económica, que castiga especialmente a los países en vías de desarrollo, precisamente los países que menos contaminan y más daños provocan los efectos climáticos ante la debilidad de sus infraestructuras.
