Al calor de una chimenea se ralentiza el tiempo y se respira relax y magia. La leña colocada en una cesta de mimbre, junto al fuego que marca toda la estancia convirtiéndola en el hogar más acogedor. Distinción, elegancia y centro de atención de todas las miradas; las chimeneas decorativas conquistan todos los estilos.
Hace años se utilizaban únicamente por su objetivo práctico, es decir, por su aporte calorífico a la vivienda. Hoy su uso se ha extendido notablemente y su único objetivo es decorativo.
Las chimeneas decorativas son sinónimo de estilo, magia y paz para toda la estancia. La tranquilidad que transmite y el estilo que irradia a la casa va mucho más allá de la habitación concreta donde esté. La chimenea se convierte en el centro de atención de todas las miradas, y marca la distribución en torno a ella.
La estancia donde mayoritariamente encontramos chimeneas es el salón, y cada vez más en dormitorios principales, halls o entradas, cocinas,… En casas de concepto abierto, su uso nos puede aportar muchas posibilidades para distinguir zonas o para distribuir espacios dentro de una misma habitación, por ejemplo una separación dentro del salón pero sin romper la continuidad visual.
Además de su ubicación, también ha cambiado mucho su forma y entorno. Antes veíamos grandes embocaduras, con revestimientos pronunciados, estilos solariegos y clásicos, incluso barrocos y rococós con figuras vegetales y pequeños pilares.
El contrapunto a aquellas chimeneas señoriales, son las actuales minimalistas y sencillas. Nos aportan calidez por la presencia del fuego y su halo de magia hipnotizadora, pero ya no necesita grandes hornacinas, ni leña.
El cristal y los colores negros y naranjas son los únicos protagonistas, pocos elementos que adquieren el 100% del protagonismo. Encajan con prácticamente todos los estilos, no únicamente en gustos minimalistas, son una pieza comodín que aporta toda su personalidad donde la decidas incorporar.
Este tipo de chimeneas 100% decorativas, hoy existen en varias opciones, bien en paneles de pared, empotradas en hornacinas, en soluciones colgadas o en el centro de un espacio. La llama puede ser 100% eléctrica o llama real con combustibles como etanol o bioetanol, en cualquier caso con la comodidad de no necesitar preinstalación. Estas opciones con combustible, al quemarse, también emiten algo de calor. Aunque es evidente que hoy su mayor atractivo es el visual, no por ser fuente de calefacción.
Sin humo, sin instalación y sin la necesidad de un hueco en la pared o cornisa, las chimeneas decorativas son hoy una opción que aporta a la vivienda distinción y modernidad. Hay miles de opciones y tamaños, desde las más pequeñas a modelos anchos y poco altos que ocupan gran parte de una pared. Las modalidades de centro de una estancia son las más originales, ya que transforman por completo la habitación.
Decorar con leña y cestas de fibras naturales en las zonas más cercanas a la chimenea es un toque de calidez que arropa todo el ambiente. Colocar cerca espejos o pequeñas piezas decorativas le ayudan a lograr un espacio moderno y con carácter, aunque también las opciones despejadas, sencillas y con escasez de elementos decorativos en torno a la chimenea le conceden aún más protagonismo.
Hay rincones que se inundan de la luz y la tranquilidad de una chimenea, por ejemplo en zonas de lectura con un sillón, alfombra redonda que delimita el rincón, realzando ese espacio y convirtiendo toda la estancia en un ambiente acogedor que se valora y se busca especialmente durante los meses invernales.
