“Atasco global”, “desabastecimientos para Navidad”, “colapso del comercio”, “crisis de suministros”,… Tras el parón provocado por la pandemia, la vuelta a la normalidad del mundo globalizado está desencadenando una situación extraordinaria al retomarse la demanda.
Los contenedores en los puertos de mercancías se acumulan y se colapsa el transporte internacional, y el efecto dominó no para… Se encarecen los transportes, faltan materiales y componentes, suben las materias primas y crecen los precios de los productos finales que se disparan en algunos casos.
La construcción está siendo uno de los sectores más afectados con varios factores que se suman en lo que muchos han llamado ‘tormenta perfecta’. Los materiales y las materias primas siguen encareciéndose, y por ejemplo la madera está ya un 125% más cara. Pero no es el único material básico de las obras que sigue en escala de precios. Destacan también la piedra, el acero, el hierro o la pizarra.
“Hay poca materia prima y las obras se están encareciendo más de un 20%”, según explican a Antena 3 algunos afectados de empresas dedicadas a la construcción, tanto de obra nueva como de reformas. “Por otro lado se suman, los combustibles que también cuestan más, pero esto no solo afecta a la obra nueva, también a las reformas. Con esta incertidumbre hay proyectos que se ralentizan y reformas que se retrasan.”
El precio de la obra nueva, según el Índice Global de Precios de la Vivienda del Fondo Monetario Internacional (FMI), continúa subiendo en muchos países de todo el mundo. Según este organismo, en el 75% de los países no ha dejado de subir el precio de la vivienda desde 2020. La demanda ha sido uno de los principales factores para subir el precio, después se ha sumado la crisis de suministros y el encarecimiento de los materiales para la construcción.
Es un problema generalizado y todos los sectores sufren en mayor o menor medida la falta de suministros o roturas de stocks, y que las obras de construcción están retrasando el funcionamiento normal y los plazos previstos. "Conseguir una gran cantidad de algunos materiales es prácticamente una quimera estos últimos meses" y la situación evidentemente se va complicando progresivamente un poco más.
Una situación extraordinaria en la que muchas empresas ya temen poder cubrir la demanda de la Campaña de Navidad y que haya suficientes stocks. Los productos que importamos son los que más temor despiertan, por ejemplo las bebidas alcohólicas o el plástico de los juguetes,… Y sin irnos a Navidad, a día de hoy materiales como el cartón, está dejando sin embalaje a farmacéuticas y empresas de alimentación. Yogures fuera de la cadena porque no llega el cartonaje para los paquetes, y blíster de medicamentos que no tienen cartón para salir al mercado.