La siderúrgica Arcelor pausa sus plantas de producción por el precio de la luz, mientras muchas obras están paradas para evitar que las pérdidas sean aún mayores. La crisis de suministros 'pone en jaque' a la construcción, la industria y las auxiliares. Los contenedores desde Asia costaban 2.000€, hoy casi 15.000€.
La conjunción de varios elementos sigue haciendo sufrir mucho al sector de la construcción en España. La falta de trabajadores y mano de obra, así como la escasez de camiones para la logística de las obras golpea con dureza los plazos y los presupuestos de las miles de empresas de todo el sector.
La salida de la pandemia, poco a poco ha recuperado la demanda en todas las actividades productivas, y con ella han comenzado a producirse los problemas en las cadenas de suministro de todos los sectores.
Tras meses de falta de materiales y subidas de precios, de escasez de materias primas y de mano de obra, hoy la construcción tiene una clara consecuencia: obras paradas por todo el país. La patronal nacional de la construcción, la CNC, considera que “la escasez y el encarecimiento de los materiales más habituales en las obras, tiene en jaque a todo el sector” y es una clara amenaza para llevar a cabo un elevado porcentaje de los fondos europeos del programa ‘Next Generation’.
Según la Confederación Nacional de la Construcción, tras una consulta a más de 300 empresas del sector de diferentes volúmenes y tamaños, las obras de construcción se han encarecido en los últimos meses de media un 22%.
Hay países que están aún castigados por la pandemia y no están produciendo al ritmo habitual, y a la vez la demanda de países que ya no se encuentran tan inmersos en la crisis sanitaria, se ha disparado. Es el caso de Estados Unidos y China que sufren desabastecimiento de muchos materiales precisamente por el pico de demanda actual. Muchos ingredientes para una receta muy encarecida.
Con este contexto internacional, la situación en España no es para nada ajena, y se resiente especialmente en los últimos meses. Los retrasos en las obras de media se sitúan en los tres meses y afectan al 75% de los trabajos en marcha, según la patronal. El 40% de las obras está sufriendo retrasos o ha paralizado el ritmo de sus obras.
Los contenedores llegados desde Asia con materias primas o componentes, hace unos meses costaban unos 2.000-3.000 euros, hoy están incluso por encima de los 15.000 euros y con retrasos en los plazos.
También hay empresas que toman medidas de choque contra una situación extraordinaria en la que evitar pérdidas mayores o parones que supongan roturas de stocks y por tanto ingresos paralizados. Es el caso de Arcelor que va a paralizar su planta en Sestao ya que el elevado precio de la electricidad le estaba provocando unos costes disparados. Mientras, el grupo siderúrgico vasco aprovechará para realizar obras y mantenimiento en sus instalaciones aproximadamente durante un mes.
La crisis de suministros está afectando especialmente a la construcción, el transporte y la hostelería. Sectores que suponen un elevadísimo porcentaje de la actividad de nuestro país, y que además suman una situación que se prolonga desde hace meses porque también fueron los primeros en notar los efectos de esta cadena de encarecimientos y falta de materiales.
