El miedo es irracional, y el temor al deterioro propio del paso del tiempo es algo normal en el ser humano. No hablamos de frivolidades ni patas de gallo, se trata de un síndrome que causa problemas físicos y mentales a muchas personas. Se llama Gerascofobia y provoca en sus enfermos un verdadero pánico y ansiedad habitual.
Insomnio, estrés, terror,... los mayores de 30 años son los más proclives, y se trata de un trastorno en auge. La publicidad y la sociedad en general, nos caricaturiza la vejez como algo feo, viejo y no atractivo. Sin embargo, la experiencia es un grado no solo en el ámbito laboral, en la sabiduría de la vida, la paciencia, el conocimiento, y en cualquier aspecto personal.
El antídoto para estas personas obsesionadas totalmente con el paso del tiempo en su persona, según los expertos, es sentirse orgulloso de su envejecimiento y aprender a valorar y disfrutar el presente.
A todos nos gustaría vivir más años y con la mayor calidad de vida posible, y está en nuestra mano parte de ese sueño. Con la edad, dicen que aprendes el valor de cuidarte, y quizá es precisamente la salud la que nos hace no valorarla. Los años pasan irremediablemente y el cuerpo va cambiando y transformándose no solo en cánones de belleza, también en dolencias o dificultades de movilidad, etc.
Para evitar trastornos como ese miedo por envejecer, que evidentemente no podemos evitar, se recomienda:
- Evitar recrearnos en pensamientos negativos
- Hacer deporte de forma habitual
- Dieta saludable y equilibrada
- Mantenernos en un peso idóneo y evitar los kilos demás
- Subsanar pequeñas dolencias que a veces se procrastinan
- Leer habitualmente y realizar tareas cognitivas
- Mantener activa los entornos sociales (amigos, excompañeros…)
- Cuidar un envejecimiento activo
- Realizar tareas de voluntariado o compromiso social