Madrid con una tasa de ocupación del 94%, tiene un desequilibrio del 2,55%. Las grandes ciudades se quedan sin casas disponibles ante una demanda muy superior a la oferta. Especialmente no quedan viviendas de obra nueva.
Las grandes urbes españolas, concretamente unas 13 capitales de provincia, acumulan la necesidad de unas 330.000 viviendas nuevas más. Por el contrario, en otros puntos del país hay un excedente de inmuebles de más de 430.000 aproximadamente.
ü Madrid
ü Barcelona
ü Murcia
ü Las Palmas
ü Alicante
ü Vitoria
ü Valencia
ü Palma de Mallorca
ü Valladolid
ü Zaragoza
ü Bilbao
ü Pamplona
ü San Sebastián
El desequilibrio cada vez es más acuciante, entre ciudades donde la mitad de sus viviendas están desocupadas, como Segovia u Orense, frente a grandes urbes donde la tasa de ocupación supera el 95% y encontrar una casa es ‘misión imposible’.
- Lugo
- Orense
- Teruel
- Cuenca
- Soria
- Palencia
- Zamora
Esta tendencia lleva meses acumulando un mayor porcentaje de desequilibrio en el siempre complicado mercado inmobiliario, pero según los últimos datos ofrecidos por un estudio realizado por la compañía de tasaciones y valoraciones homologada por el Banco de España, de UVE Valoraciones, esta balanza entre oferta y demanda, está aún más desestabilizada.
Los datos demuestran la fuerte necesidad de construir vivienda residencial en esas grandes ciudades y sus localidades más cercanas, o municipios-dormitorio, para reajustar los grandes desequilibrios que arrastra el sector en los últimos tiempos:
- oferta-demanda
- aumento de precios
- falta de terrenos
- falta de mano de obra cualificada
Evidentemente, en algunas zonas de la llamada ‘España vaciada’ o con menor industrialización y población estable, esta necesidad de nueva construcción no existe. Al contrario, construir vivienda nueva en áreas y ciudades donde su tasa de ocupación ronda el 50%, es evidentemente, poco competitivo ni coherente. Aproximadamente hay casi 4 millones de viviendas sin ocupar en las zonas de menor población en nuestro país.
La escalada de precios tanto de los inmuebles como de la construcción en sí (materiales, mano de obra, transportes, piezas…) sigue en aumento dado el contexto de alta demanda en muchas zonas, concretamente las ciudades con mayor población.
Es difícil que con este contexto puedan bajar ni los precios ni los costes del sector, que evidentemente sufre la homogeneización en todo el país. Es decir, los azulejos o el hormigón siguen con precios muy elevados, desde hace meses.
Esta situación de altos precios, además, provoca que los fabricantes y los distribuidores de cualquier material o materia prima, o bien fabriquen sólo bajo pedido, o tarden en conseguir los materiales ya que sólo se piden o compran cuando se recibe la solicitud concreta y el adelanto económico. No como en otras épocas en las que siempre disponían de stocks de los productos más habituales.