Las consecuencias de meses y meses acumulando más demanda de vivienda, está provocando situaciones surrealistas como ofertar tiendas de campaña en una azotea, locales comerciales y garajes como habitaciones, dormitorios compartidos por horas… ¡Quiero una casa!
La falta de inmuebles disponibles tanto en venta como en alquiler y tanto en obra nueva como de segunda mano, está produciendo el trasvase de otros espacios como los locales comerciales en nuevas soluciones para algunos públicos que buscan una habitación desesperadamente.
Todo se alquila porque no hay pisos ni casas para alquilar, y por ejemplo, en lugares tan turísticos como Tenerife surgen ocurrencias como ofrecer estancias en tiendas de campaña en la azotea de un inmueble a 12 euros la noche. Una oferta tan surrealista sólo puede ser fruto de una situación extrema en el mercado inmobiliario.
Sin embargo y evidentemente, no es la única solución habitacional ofertada con características similares. En Adeje, también en Canarias, se ofrece un garaje para dormir por 700 euros al mes. O en San Isidro habitaciones por horas con ‘cama compartida’ por 500 o 350 euros. Los anuncios más surrealistas que muestran naves para guardar aperos o casas cuevas sin ninguna comodidad ni seguridad…
Hemos pasado de “se busca piso a la venta” a “se busca local comercial vacío” como alternativa a la escasez de inmuebles. No hay casas, ni pisos para alquiler ni para comprar y las familias sí las necesitan, tanto las nuevas familias que se forman, hogares que se separan, inmigrantes de diversos poderes adquisitivos, estudiantes y jóvenes que emprenden nuevas vidas…
En nuestro país el desequilibrio entre oferta y demanda es muy evidente y está costando mucho encontrar soluciones habitacionales y alternativas ante el precio de los suelos y falta de terrenos urbanizables. La construcción de obra nueva es, si cabe aún, un poco más escasa ahora, por lo que esto repercute en todos los tipos de inmuebles y productos del mercado inmobiliario.
Por ejemplo, en Palma de Mallorca los locales comerciales han pasado en apenas un año de un precio medio de 70.000 euros a unos 120.000 euros. El interés por estos bajos comerciales ya no es sólo para los comercios o inversores que buscan ese negocio, es también para todos aquellos que han encontrado en este tipo de espacios, una solución para alquilar habitaciones.
El uso comercial pasa a ser un uso residencial y se adaptan para que bien turistas o nacionales puedan alquilar y residir en estos antiguos locales comerciales de forma permanente. Solución que se está dando y expandiendo en los últimos meses en prácticamente todas las CC.AA. españolas. Muchos expertos advierten que se puede estar 'alegalmente' en algunos puntos del país, pero también todos coinciden en la necesidad de buscar estas opciones para dotar de espacios a las personas que buscan vivienda y no encuentran.
Esta práctica comenzó principalmente en régimen de alquiler, sin embargo, su crecimiento y expansión está siendo tan rápida y generalizada, que la compra de estas 'nuevas viviendas' también es ya muy habitual.