Se diluyen los miedos, creceremos por encima del 2% en 2023, mientras la zona euro o Alemania esperan contraer su economía. La estabilidad de sectores como la vivienda se premia y España se muestra fuerte pese a nuevas subidas de IPC y precios.
Según la Unión Europea, nuestro país va a crecer un 2,2% a lo largo de 2023, mientras, el conjunto europeo rebaja sus previsiones y la mayoría de economías se contraen, como Alemania que se frenará este año un 0,4%.
Una situación para los grandes analistas internacionales es muy optimista porque las economías son prudentes y eso no significa que se avecine una crisis ni una recesión, como algunos señalan. Al contrario, los expertos determinan que la estabilidad suele mostrarse en los mercados a medio plazo, y, por ejemplo, gracias a la irrupción de los mercados emergentes, las sombras de recesión se alejan cada vez más.
Los tipos de interés pueden pausarse o seguir subiendo, pero la vivienda es un mercado de primera necesidad y su demanda inquebrantable continuará adquiriendo nuevos inmuebles para formar nuevos hogares en todo el planeta.
Alejadas las sospechas de recesión grave que planeó sobre los mercados en los últimos meses, probablemente alentadas por influencias interesadas, hoy los fantasmas se alejan en la mayoría de países.
En la bolsa estadounidense esos malos presagios y esa inseguridad han dejado paso a cielos despejados y optimismo entre los gestores de fondos de inversión y analistas. Wall Street está convencido de que ha llegado el fin de la incertidumbre económica que frenaba a algunos inversores en los meses de arranque de 2023.
Actualmente España tiene un PIB de unos 1.200 millones de dólares, lo que la sitúa como la cuarta economía de la zona Euro y la catorceava en todo el mundo. Una economía que se muestra, una vez más, fuerte y estable.
Y en esta estabilidad y fortaleza tienen mucho que ver sectores y pilares fundamentales de la economía española como el ladrillo. La vivienda mantiene demanda y precios, stock con fuerte petición y desequilibrio entre nueva construcción y creación de nuevos hogares.
Suben los precios
En los Estados Unidos el IPC (Índice de Precios al Consumo) se ha incrementado en el pasado mes de agosto hasta un 3,7%, un 0,5% más que en julio, sumando dos meses consecutivos de subidas. Los grandes responsables han sido los carburantes, y en concreto la gasolina, que supone la mitad de esta subida. Y junto con ella, la vivienda, sector que acumula ya 40 meses seguidos de subidas.
Un nuevo incremento que, consecuentemente, frena la intención de la FED (Reserva Federal) de ralentizar o incluso pausar las subidas de tipos de interés como único estímulo para contraer la inflación.
En nuestro país el precio de la electricidad ha sufrido una gran moderación en los últimos meses, mientras que los servicios y la alimentación tiran con fuerza del IPC por la campaña de verano y el turismo. Por segundo mes consecutivo (julio y agosto), la inflación en España se incrementa según los datos actualizados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Similar a la situación en EEUU, gran parte de culpa la tienen los carburantes cuya escalada de precios también se ha visto incrementada durante los meses vacacionales. Concretamente, el diésel subió un 8,6%, mientras que la gasolina se encareció en agosto un 5,7%.