Las energías renovables son la solución ECOlógica y ECOnómica de muchas viviendas e industrias ante el destacado incremento del precio de la electricidad o el gas. Hoy la economía verde es una inversión segura y al alza.
Lo ecológico tradicionalmente había sido siempre más caro, sin embargo, las carambolas de la economía mundial, que una crisis inflacionista sin precedentes puede alternar las tornas y que la economía le de la mano a la ecología para obtener precios mucho más competitivos.
Nuestra sociedad tiene importantes retos y uno transversal que afecta de una u otra manera a todos los sectores productivos y a todos los segmentos sociales, es la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad de nuestro planeta.
Para lograr una economía más respetuosa y sostenible, la transición energética es, además de un importante objetivo en sí misma, también un medio para lograr ese equilibrio medioambiental.
La ecología y la economía
Hoy reducir los consumos tanto de agua, energéticos, residuos,… es un gran reto para personas y empresas. La economía verde o el valor económico de las actividades ecológicas o respetuosas con nuestro medioambiente, es actualmente un valor en alza. Desde hace años el cambio climático y el calentamiento global comenzaron a tener mayor visibilidad y muchas compañías y carteras de inversores vieron en este segmento un tangible que no querían dejar escapar, bien por convencimiento y conciencia medioambiental o por pura rentabilidad.
Tras la tormenta económica desatada tras el florecimiento de la demanda superada la pandemia y sus restricciones, unido al estallido de la guerra en Ucrania, con una tremenda crisis inflacionista y subidas de precios no vistas en décadas. Es cierto, que muchas soluciones económicas le han dado la mano a la ecología una vez más.
Tradicionalmente lo verde es más caro, y las propuestas ecológicas tienen precios mucho menos competitivos, sin embargo, a veces esta máxima no coincide.
Renovables y eco
Las energías renovables en la actualidad son una gran solución eco a todos los niveles: económico y ecológico. La búsqueda de ahorro en los consumos es prioritaria, pero paralelamente, tanto industrias como viviendas y edificios públicos se transforman para nutrirse con energías limpias procedentes de fuentes de producción renovable:
- Eólica
- Eólica marina
- Hidráulica
- Fotovoltaica
- Geotérmica
- Bioenergía (biomasa y biocarburantes)
- Mareomotriz (mareas)
- Undimotriz (olas)
Las fuentes renovables son también gratuitas e inagotables, por lo que su producción, poco a poco, cada vez es más económica, aunque sus inicios necesitaron unas potentes inversiones. El futuro necesariamente estará marcado por fuentes limpias procedentes de la naturaleza, y su competitividad, progresivamente, será aún mayor. Como en el concreto de las placas solares, que en los últimos años han sufrido una fuerte democratización y expansión debido a su mayor competitividad, bajada de precios y mayor capacidad de fabricación en los mercados globales.
Fin a la rentabilidad sin sostenibilidad
La economía verde busca soluciones medioambientalmente sostenibles, pero también que sean competitivas económicamente. Los inversores buscan solvencia y futuro, de ahí que la nueva economía verde sea uno de los valores más demandados y codiciados.
Las estrategias empresariales pasan por transformar sus procesos estancos, sustituir sus materiales o materias primas contaminantes, sus carburantes fósiles o sus residuos tóxicos.
La huella de carbono es penalizada por los inversores, y las carteras con valores verdes lideran las ganancias y la demanda. Por eso las empresas, alinean sus convicciones y preocupaciones medioambientales como ciudadanos comprometidos con el futuro del planeta, para dar visibilidad y publicidad a sus acciones verdes. Hoy lo verde vende, y la sostenibilidad es una parte fundamental de las acciones de una compañía. Incluso desde el punto de vista mediático, marketiniano y publicitario, nadie quiere quedarse sin 'ser verde' y proteger el mundo que dejaremos a nuestros hijos.
Finanzas sostenibles y ESG
Las carteras de inversión buscan finanzas basadas en la sostenibilidad y los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) para crear una economía responsable globalmente. Las estrategias corporativas no pasan por alto, al contrario, valoran cada vez más las empresas basadas en respuestas y soluciones eficientes y sostenibles como las que implementan tecnologías verdes o energías renovables.
Las empresas toman medidas verdes progresivamente para paliar su impacto en la naturaleza, y paralelamente invierten en soluciones sostenibles, tanto para mejorar sus rendimientos y su huella, como para atraer a inversores con claras preferencias verdes. ¿Qué medidas toman las empresas?
- Optimizar consumos energéticos
- Implantar energías renovables
- Sustituir materias primas tradiciones
- Reducir huella de carbono
- Compensar su impacto ambiental