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El empleo verde tira de la recuperación

El futuro tiene un horizonte muy verde. Antes de la pandemia ya era tangible, y es uno de los pocos retos que no ha cambiado pese al coronavirus. Incluso pese a la situación creada por la Covid-19, hoy la economía circular, la descarbonización y los empleos verdes son el revulsivo económico para miles de sectores y una herramienta para lograr importantes ahorros.

La transición energética o los cambios en paradigmas como la movilidad, son ya una realidad y la opinión de los expertos laborales apunta a una clara tendencia en los empleos verdes, o puestos de trabajo en funciones que hasta ahora no existían o eran residuales. La revolución verde ya está aquí, ¿no te subes?

Tras los planes frustrados o los virajes de muchas empresas y entidades privadas por culpa de la pandemia, los fondos de recuperación suponen una inyección sin precedentes, por eso la opinión de los economistas habla de una recuperación verde capaz de generar más empleos que la de los combustibles fósiles.

El varapalo de los datos del paro era previsible en este contexto sanitario y económico, pero las vacunas también son un suero calmante para la confianza de inversores, gobiernos y entidades privadas. Hoy los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del ejecutivo español, prevén crear en tres años hasta 800.000 empleos nuevos. Con pilares fundamentales en la transición ecológica como la rehabilitación de viviendas, gestión de residuos o la movilidad urbana.

La digitalización, al contrario que otros sectores fuertes de nuestra economía, ha transformado ya muchas empresas y procesos, y lo que es más, ha sufrido una excelente implantación en nuestro tejido empresarial y de servicios, en principio ‘por culpa’ de los confinamientos, y de cara al futuro ‘gracias’ a la pandemia.

Nadie debe dejar pasar este tren, y aquellas organizaciones que se resistan a estos cambios, sufrirán no solo una brecha digital, también una brecha y un desequilibrio de sostenibilidad, que más pronto que tarde se convertirán en un agravio insalvable y una desventaja evidente con sus competidores, tanto económicamente como en imagen de marca.