Solo en los últimos 5 años, las catástrofes naturales asociadas al cambio climático dejan una factura en nuestro país de más de 12.000 millones de euros. Casi 2.500 millones anuales de media. Unas cifras de vértigo y unas consecuencias medioambientales desmesuradas que cada año vuelven a sucederse, pese a ser fenómenos que se considera que solo pasan cada muchos años.
De las nevadas de ‘Filomena’ a olas de calor extremas o lluvias torrenciales en el levante español… El 2021 ha estado salpicado de desastres naturales que, evidentemente, vienen de la mano del cambio climático y que cada año se hacen más frecuentes y extremos.
Según la Fundación Aon junto con la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio de Interior español, en los últimos 5 años se han incrementado los desastres naturales más de un 10% y se han llevado por delante unas 230 vidas. Los episodios más mortales fueron las lluvias torrenciales con inundaciones, le siguen las olas de calor y los temporales en el mar. Hay un incremento en este tipo de episodios catastróficos pero descienden el número de víctimas mortales, afortunadamente.
Destacan la DANA de septiembre de 2019, el temporal ‘Gloria’ de enero del 2020 m, y la desmesurada nevada de ‘Filomena’ en enero del 2021. Solo estos desastres excepcionales suman más del 60% de los 10 fenómenos con mayores pérdidas de los últimos años.
Por años, el 2019 lidera estos costes con más de 3.100 millones de euros; le sigue 2020 con más de 2.600 millones; 2018 acumula casi 2.500 millones; 2017 con casi 2.300 millones y 2016 con más de 1.600. La dinámica es al alza ya que cada vez se suceden con mayor frecuencia estos fenómenos extraordinarios, perdiendo su excepcionalidad desafortunadamente.
La histórica ‘Filomena’ que afectó especialmente a la Comunidad y a la ciudad de Madrid, nos mostró la cara más extrema de las nevadas en latitudes poco habituadas a la nieve en esos grosores y espesores mucho más comunes en zonas de alta montaña. Dejó unos 1.700 millones de euros en pérdidas solo en Madrid.
Pero sin duda, la peor cara de estos desastres naturales la suele vivir el Mediterráneo. Las provincias más castigadas y con mayores costes por esos fenómenos son Málaga, Murcia, Alicante, Valencia y Barcelona. Solo estas zonas acumulan más del 40% de los daños. Y cada año, en unos puntos concretos u otros, pero sufren importantes daños, a veces con pérdidas humanas ante su característica rapidez devastadora.
Un estudio internacional de la Asociación benéfica británica ‘Christian Aid’, en total en todo el planeta en 2021, los desastres naturales sufridos dejan un coste económico de unos 150.000 millones de euros. Lideran el fatídico ránking de pérdidas el huracán Ida en los Estados Unidos.
No es el único informe que evalúa los costes de estos desastres, el Instituto ‘Swiss Re’ también ofrece datos en este sentido. Lideran dos fenómenos en USA; el huracán Ida con unos 27.000 millones, que a finales de agosto del 2021 se convirtió en el más destructor y dañino de la zona, tras Katrina. Y la tormenta invernal Uri con unos 13.000 millones en Texas, donde congeló incluso cables del tendido eléctrico.
En Europa las lluvias e inundaciones en Alemania y Bélgica en julio con 11.000 millones de euros. Este episodio fue el más caro del último medio siglo en la zona, y puso en evidencia la falta de prevención en el viejo continente frente a graves inundaciones.