Se acabó encontrar decenas de tarros y botes de plástico en el baño. Tu crema hidratante facial y el protector solar ahora sin envase gracias a un componente del propio cosmético que lo solidifica.
La industria evoluciona y gracias a componentes naturales como arena, gambas o algas, se han logrado elaborar cosméticos sólidos que evitan miles de toneladas de plásticos que se acumulan en las baldas y cajones de nuestros aseos.
Productos de un único uso ya que el envase también se aplica sobre nuestra piel; se utiliza absolutamente todo. Así se logra evitar el 100% del plástico que antes se utilizaba para envasar y transportar el producto. Y además, se aprovecha en su totalidad, no queda nada adherido en el envase.
¿Cosmética ecológica y respetuosa? O cualquier industria que ahora puede olvidarse de los envases para reducir una importantísima huella de carbono y para reducir el uso de plásticos muy notablemente en las industrias. Por ejemplo, en la industria cosmética casi todos los productos se valen de soportes y envases de plástico.
De hecho, la cosmética y el maquillaje es uno de los sectores que menos ha avanzado en ese sentido, ni siquiera tras las restricciones a los plásticos de un único uso. En este tipo de productos también son envases efímeros, no al nivel de una pajita de plástico de una bebida, pero en pocas semanas el producto se acaba y su soporte no se puede reutilizar por el momento.
Algunos tipos de gambas y de algas poseen unos polisacáridos que al humedecerlos se convierten en polímeros como un hidrogel o gelatina, que además al aplicarlo en nuestra piel se extiende y resulta igual que una crema habitual de la cosmética actual. Por lo que las prestaciones para el usuario de estos cosméticos son muy similares, y los beneficios medioambientales muy elevados en comparación con la industria actual.
Los componentes de estos cosméticos también son más respetuosos con el medio ambiente, ya que al ser de origen natural, derivados de algas y de crustáceos, sus moléculas desaparecen sin impacto ni toxicidad en las aguas residuales.
Gracias a esta evolución, cualquier gran marca cosmética puede adaptar sus productos de tratamiento antiedad, antiacné, contorno de ojos, hidratación, protección solar, etc. La evolución natural sería que las marcas busquen estas soluciones antes de que las prohibiciones o limitaciones del uso de los derivados del pvc y plásticos sean más férreas, sin embargo, los costes de las grandes cadenas de producción pueden ser determinantes.
