La sociedad lucha contra las emisiones de CO2 e intenta crear soluciones para capturarlo, almacenarlo o destruirlo de alguna manera. Una de esas soluciones tecnológicas con más futuro, es aparentemente, la conocida como ‘calcium looping’. Se trata de un proceso cíclico de calcinación y carbonatación del carbonato cálcico.
Para lograr esta utopía para el Medio Ambiente, hay que separar los componentes que suelen acompañar al CO2, es decir, tras la combustión de carburantes fósiles (normalmente derivados del petróleo, carbón o gas natural) suelen emitirse junto con él otras moléculas de nitrógeno y vapor de agua. A través de diversas fórmulas se puede separar el CO2 y así re-usarlo para la producción por ejemplo de azúcares o gases como el metano.
Existen actualmente varios sistemas capaces de capturar el CO2, lo que supone que si se estandarizan podríamos transformar el futuro del planeta y el ritmo del cambio climático.
Hay opciones basadas en la precombustión y postcombustión para alterar las emisiones resultantes. Existen también otros sistemas de ‘oxycombustión’ que sustituyen el aire imprescindible para la combustión y así en la emisión se evita el nitrógeno. Por el momento estos sistemas de separar para capturar el CO2 de las emisiones contaminantes son procesos caros, con un elevado gasto energético, emisiones tóxicas y/o corrosivas,… por lo que no son todavía una alternativa real a gran escala.
Lo que sí auguran todos los expertos es que la evolución tecnológica y la innovación que suponen estos procesos son la antesala de soluciones que sí se podrán extrapolar y llevar a la sociedad definitivamente.
Mientras, también evolucionan los estudios científicos que demuestran que hay soluciones naturales o alternativas de uso que también pueden suponer un paso de gigante en la lucha contra el CO2.
Es el caso de las ‘praderas submarinas’ que son capaces de almacenar grandes cantidades de CO2 y además lo transforman en sacarosa, por lo que los científicos han encontrado enormes cantidades de azúcares en estas plantas bajo el mar. Una solución natural que podría desarrollarse con ayuda humana si se implementan tecnologías que aceleren y mejoren este proceso propio de la naturaleza.
Los árboles de crecimiento rápido también han demostrado una elevadísima capacidad de absorber el dióxido de carbono, y su proliferación podría suponer un punto de inflexión en la lucha contra el calentamiento global.
Las emisiones contaminantes de CO2 son un reto planetario al que nos enfrentamos y que cualquier tecnología que ayude a reducirlas es bienvenida. Es necesaria una reducción drástica, radical y un sistema disruptivo que realmente transforme el presente y el futuro de La Tierra. La lucha contra el cambio climático solo tiene un aliado insalvable, evitar el CO2.
¿Cómo evitar las emisiones contaminantes? Sustituyendo los carburantes fósiles por fuentes de energía renovable. La ecuación parece muy sencilla. Sin embargo hoy solo un 5% de la producción de energía mundial proviene de la energía eólica o fotovoltaica.
Mientras, los compromisos de la cumbre de París, la COP21 de 2015, augura que lograremos que en 2070 las emisiones de CO2 serán nulas, pero en la actualidad estamos aún muy lejos de esos niveles.
La combustión de carburantes fósiles es una de las principales causas de los actuales niveles de CO2 en todo el planeta. Solo un tercio de las emisiones globales en la actualidad, se emiten desde la generación eléctrica, y tomar cartas en este sector es cada día más necesario. Pero no es el único sector que está detrás de las emisiones tóxicas, evidentemente.