¿Existen las claves para mantener un cerebro joven durante más tiempo? ¿Se puede luchar contra el envejecimiento de nuestras neuronas? ¿Qué consecuencias tiene un cerebro viejo o más envejecido de la edad que nos corresponde?
La lucha contra el paso del tiempo es una tendencia ancestral, no descubrimos nada si queremos buscar la eterna juventud, o paliar lo máximo posible el paso del tiempo. Uno de los músculos más trascendentes es nuestro cerebro, sí, pero ¿también se envejece?
Los expertos coinciden en su opinión, el cerebro se puede entrenar para tener mayor agilidad mental y por tanto, mantenerlo más joven, al igual que el resto de músculos de tu cuerpo.
La factura biológica deja huella en nuestro cuerpo de diversas maneras, y en opinión de los neurólogos, el cerebro no es diferente al resto, ni ajeno al paso del tiempo.
Hay algunas recomendaciones y factores clave para evitar un deterioro mayor de nuestro cerebro y de ayudar a atenuar el paso de los años en él.
Evitar el sobrepeso e ingerir pequeñas cantidades de comida. Según estudios de cerebros adultos un 30% menos de la dieta habitual. Se generan así menos radicales libres y la producción de energía y de destrucción de neuronas adopta otro ritmo.
La actividad física, el mejor antioxidante. Hacer ejercicio no moviliza y rejuvenece únicamente a aquellos músculos que se usan en el entrenamiento en concreto. Reduce la oxidación de las células y evita preventivamente depresiones y estados de ansiedad. A la larga, en opinión de muchos científicos, previene el Alzhéimer y otras enfermedades degenerativas.
Aprender idiomas e instrumentos. Aprender una tarea complicada como un idioma extranjero motiva la activación de las células y las conexiones neuronales, al igual que otros aprendizajes como tocar un instrumento. Son procesos tremendamente beneficiosos para agilizar nuestro cerebro.
Evita las adicciones y vigila tu salud. El tabaquismo, la ingesta habitual de alcohol, drogas, medicamentos o tener altos ciertos niveles como el colesterol, la tensión arterial o el azúcar, no ayudan a nada en nuestro organismo. Y de ahí no se excluye la salud de nuestro cerebro.
No despistarnos continuamente. Si nuestro móvil no para de sonar con mensajes y constantemente tenemos fuentes de distracción, las tareas no se desarrollan en profundidad y para en seco las labores neuronales también pasan factura a nuestro cerebro.
Leer o charlar con amigos. Nutrirnos de experiencias, opiniones o historias de amigos, vecinos, o leer reportajes, novelas, aventuras,… Alimentar nuestra mente y evitar consumir contenidos basura o virales que poco aportan a nuestro conocimiento, al final se nota. Todo al final se pega, y nos contagia.
Trabajar con sol y dormir de noche. Parece evidente, pero los confinamientos y el teletrabajo ha afectado mucho a nuestras rutinas básicas. Hay quien aprovecha después de cenar para trabajar y adelantar tareas profesionales, puede alternar el funcionamiento para el que nuestro cerebro está preparado y acostumbrado. Igual que dormir de día, salvando una siesta breve, también es ir contra la naturaleza.
Evitar el móvil en la cama. La luz blanca e intensa de las pantallas, como el móvil, antes de dormir estresa a nuestro cerebro y le manda estímulos ‘diurnos’. Si excitamos a nuestro cerebro cuando lo que ‘le toca’ es descansar y desconectar, nos costará más dormirnos y el descanso será menos intenso durante un tiempo.
Hay conductores experimentados que, cuando alcanzan determinada edad pierden reflejos, pero los años de experiencia logran paliar esa carencia. En cualquier caso, según las opiniones de los neurocientíficos, evitemos perder agilidad mental y luchemos por mantener nuestras neuronas jóvenes y activas, ya que también repercutirá en nuestra salud mental y equilibrio emocional.