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¿Capturar el CO2 de la fermentación del vino  y reutilizarlo?

¿Capturar el CO2 de la fermentación del vino  y reutilizarlo?

De forma natural, los viñedos pueden ser capaces de absorber grandes cantidades de carbono, por lo que luchen contra el cambio climático restando las huellas de carbono de otras actividades o producciones.
¿Cómo puede la vid capturar el carbono? ¿Y además reutilizarlo de nuevo?
El CO2 que se produce en la fermentación del vino en las bodegas se puede capturar en lugar de liberarlo. En la bodega de la familia Torres en el Penedés, tras años de investigación han logrado conducir ese CO2 a unos depósitos similares a globos enormes que después se incorpora al proceso de producción del vino para evitar oxidaciones en los depósitos.
Se trata de una innovación que aunque con tecnología puntera se basa en la economía circular para reutilizar un residuo contaminante como el carbono, de manera que evitas esa contaminación y además ahorras en otro punto del proceso de elaboración el vino. Un proceso más natural, más barato y menos contaminante. Gracias a la tecnología y la innovación agroalimentaria logramos procesos más económicos y ecológicos.

¿Capturar el CO2 de la fermentación del vino y reutilizarlo?

La vid se convierte en un sumidero natural del carbono en su proceso de generación del vino gracias a la investigación. Ahora se puede capturar ese carbono de un proceso natural como la fermentación para un beneficio del proceso, pero también para reducir emisiones tóxicas a nuestra atmósfera y reducir nuestra huella de carbono.

Utilizar el CO2 junto con nitrógeno es una práctica ya habitual en las bodegas para proteger el vino de las oxidaciones dentro de los depósitos, lo que nunca antes se había logrado es hacerlo con un carbono procedente del propio proceso del vino en otra fase como la fermentación. Hasta ahora el CO2 que se utilizaba en este punto de la elaboración del vino se adquiere de las empresas proveedoras de gas y refinerías de petróleo.
La gran innovación tiene dos beneficios básicos; reducir emisiones contaminantes en la fermentación y reducir la producción de gases para el proceso de elaboración del vino. Dejamos de producir residuos naturales y residuos de la producción de componentes derivados del petróleo.
Si la viña al ser una planta ya absorbe carbono del aire de forma natural gracias a la fotosíntesis, y además deja de emitir carbono en su fermentación, porque lo reutilizamos, los beneficios de esta innovación tecnológica se multiplican.
El viñedo se convierte así en un gran aliado medioambiental y en el gran sumidero de carbono. Precisamente en un país considerado ‘el mayor viñedo de Europa’. No solo por producción (que también) si no por la extensión de plantas de vid existente en nuestro país.
Desde La Rioja, el Somontano de Huesca, la Mancha conquense y ciudarrealeña, Jumilla o las Rías Baixas. Nuestro país está sembrado de denominaciones de origen y territorios tradicionalmente vitivinícolas con grandes extensiones de plantas de uva.