Europa se ha remangado con la seguridad vial y desde este verano si te compras un coche tienes que tener hasta nueve dispositivos avanzados de asistencia al conductor (ADAS) que ahora son obligatorios.
El nuevo plan de la Unión Europea se llama ‘Visión Cero’ y es justo lo que pretende evitar, que el conductor no tenga absoluta claridad al volante para evitar unas 25.000 muertes y casi 150.000 heridos en accidentes de tráfico por carretera. Solo en 2020, año peculiar por los confinamientos por la pandemia, murieron en toda Europa más de 18.000 personas.
Caja negra, alcoholímetro antiarranque,… cada turismo o furgoneta homologada debe disponer de estos sistemas desde este verano, exactamente desde julio 2022, y desde 2024 ningún vehículo podrá salir al mercado sin ellos. Se trata, según la opinión de los expertos en seguridad vial, de equipamientos con un alto potencial de eficacia.
Además, casi todos estos sistemas son un enorme avance hacia el vehículo autónomo, que es el futuro próximo, según afirman desde el sector de seguridad al volante.
Estos dispositivos son herramientas de ayuda a la conducción para que al volante haya el menor margen de error. Sensores, ópticas y tecnologías de captación como ultrasonidos, láser o cámaras capaces de cruzar datos y tener la información suficiente del coche y su entorno, protegiendo al conductor, a todos los ocupantes del vehículo y al resto de usuarios de la vía de cualquier peligro.
No son los primeros dispositivos avanzados de asistencia al conductor (ADAS) que son obligatorios en nuestros coches. También lo son los dos airbags frontales, los detectores y avisadores de cinturón desabrochado o las soluciones de llamada de emergencia al volante.
Distracciones o errores humanos son la mayoría de las causas de los accidentes en carretera, y con estas tecnologías, según la Dirección General de Tráfico, se puede mermar el riesgo hasta un 57%.
¿Cuáles son algunos de esos nuevos dispositivos obligatorios en los coches nuevos?
Caja negra. Es un registrador de datos de incidencias para que en el caso de producirse un accidente disponer de toda la información posible. Como desde hace años en los aviones, esta caja negra deja registro de datos que pueden resolver con facilidad la culpabilidad en los siniestros.
Asistente inteligente de velocidad. Gracias a una innovadora tecnología, el coche reconoce las señales y adapta el control de la velocidad de crucero conforme a la vía. Este sistema avisa al conductor y adapta la velocidad del vehículo a la máxima permitida en ese tramo concreto, y afirman que podría reducir hasta el 20% de los accidentes con víctimas mortales.
Alcoholímetro antiarranque. Este dispositivo es llamado por muchos ‘alcolock’ porque precisamente bloquea (‘lock’ en inglés) si detecta alcohol al volante. A través del aire espirado detecta la tasa de alcohol del conductor, y si hay presencia superior a la tasa permitida directamente el coche no arranca.
El alcohol es el factor de riesgo más presente en los accidentes al volante, y la mitad de los muertos en carretera durante el año 2020, conducían tras haber bebido alcohol. De hecho, la mitad de los conductores confiesan que han conducido tras haber ingerido alcohol.
Detector de sueño. Medir el nivel de somnolencia del conductor y su estado en cuanto a sueño, fatiga o alerta gracias a los parámetros en su manera de conducir. Si el sistema detecta síntomas de sueño, activa una señal acústica para alertar al conductor de su falta de atención al volante. Además, avisa y recomienda paradas cada cierto tiempo o número de kilómetros.
Aviso de frenada de emergencia. Si el vehículo realiza una frenada brusca de emergencia, el coche enciende unas luces intermitentes que alertan al resto de usuarios de la vía del cambio brusco de velocidad. El sistema se activa a partir de los 55 kms/hora.
Detección de tráfico trasero. Si el vehículo circula hacia atrás, el sistema le avisa de los obstáculos en su trayectoria. Incluso está habilitado para frenar el vehículo si detecta algo y el conductor quiere continuar la marcha atrás.
Control de presión de neumáticos. Desde 2014 es obligatorio en los turismos y ahora pasa a serlo en todos los vehículos de motor.
Asistente de mantenimiento de carril. Gracias a las líneas blancas de la calzada que delimitan los carriles, el vehículo activará el intermitente si sobrepasa estas marcas. También corrige la trayectoria si hay pequeños desvíos. El factor despiste también está detrás de miles de incidencias en carretera, o incluso puede evitar accidentes si el conductor sufre un desvanecimiento, mareo o indisposición repentina.
Frenado de emergencia. El vehículo puede provocar un frenado brusco si las cámaras, radares y sensores que dispone, detectan obstáculos en la trayectoria frontal. Ante el evidente riesgo de colisión, actúa frenando la velocidad.
Solo el pasado puente del 15 agosto fallecieron en las carreteras españolas 15 personas, de ellas ocho eran motoristas.
