Serían capaces de levitar hasta la zona más alta de la atmósfera, es decir, hasta el límite con el espacio, solamente con energía solar y sin ningún combustible. La NASA quiere que estas pequeñas naves estén levitando en la mesosfera sólo con la ayuda de la energía del sol y de ahí puedan moverse y trasladarse en horizontal.
La mesosfera es la capa más alta de la atmósfera, en ella todos los gases están mezclados y tiene un espesor de más de 35 kilómetros. Aquí es donde la mayoría de los meteoritos se destruyen, a unos 80 kilómetros de la superficie de la Tierra.
Se trata de un experimento tecnológico para el que la NASA y la Universidad de Pensilvania, en los Estados Unidos, están trabajando conjuntamente para lograr naves de pequeño tamaño y que no requieran el uso de combustibles para prolongar su estancia en la mesosfera. Tan sólo necesitan luz natural, luz del sol para continuar levitando en el límite con el espacio.
La autonomía de no depender de un combustible es la idea y la gran ventaja de este sistema de propulsión fotoforética. Esta tecnología lleva desde los años 20 estudiándose para lograr mover partículas y objetos únicamente con calor.
Sin embargo, el reto actual va más allá, porque estas pequeñas naves estarían de manera permanente levitando en la mesosfera, a unos 80 kilómetros de altura y sin limitaciones de tiempo. Así, lograríamos profundizar en el estudio de esta capa de nuestra atmósfera como nunca antes se había logrado hasta ahora.
En paralelo, de lograr esta tecnología con naves diminutas, puede abrir el camino a otro tipo de naves y emprender una línea de investigación para que la energía del sol pueda ser una fuente de energía única.