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Aceite de piel de naranja, ecocombustible para aviación

Aceite de piel de naranja, ecocombustible para aviación

Investigadores españoles han demostrado que los motores de aviones y de coches pueden alimentarse, en parte, con un aceite extraído de la piel de naranja procedente de los residuos de las fábricas agroalimentarias y hortofrutícolas de nuestro país.
El alto poder calorífico y las propiedades específicas de este aceite natural al flujo del frío le aporta unas características de densidad excelentes para convertirse en un nuevo combustible ecológico con un potencial muy optimista.
El nuevo biocombustible produce hasta un 55% menos de residuos tóxicos u hollín tradicional en su combustión en los motores de la aviación. En concreto, varios equipos de estudiantes de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), este nuevo biocombustible no solo reduce emisiones y residuos contaminantes, si no que su rendimiento es elevado para su uso habitual en biorreactores.

En cuanto a los motores de aviación se ha demostrado en las pruebas de este nuevo carburante sostenible, que se puede mezclar hasta en un 15% sin perjuicio de su rendimiento y salvaguardando todos los protocolos de la normativa actual de la aviación. Es decir, que sus posibilidades son reales como alternativa factible a los combustibles fósiles tradicionales.

Aceite de piel de naranja, ecocombustible para aviación

Actualmente en España la industria agroalimentaria crea millones de toneladas de restos orgánicos como la piel de naranja, que aunque biodegradable y ecológica, hay que tratar en plantas de compostaje.
El secreto reside en un compuesto orgánico llamado ‘terpeno’, culpable del olor y sabor de las plantas y frutas y les aportan sus aromas y propiedades organolépticas como al vino o las plantas aromáticas. Gracias esos terpenos de la piel de la naranja se puede convertir sin dificultades en un aceite que se mezcla con facilidad con los carburantes actuales convencionales y esto garantiza su utilidad tanto en la aviación como en la automoción.
Se abre con esta investigación y sus frutos, una gran vía de estudio para lograr biocombustibles ‘baratos’ basados en residuos de otras industrias y que además reducen en gran medida las emisiones contaminantes de los actuales carburantes. Muchas ventajas transversales en un descubrimiento que puede marcar un punto de inflexión y que ya se plantea el estudio de aceites a partir de los desperdicios de otras frutas cítricas como limón, lima o pomelo.

La industria de la aviación es una de las más contaminantes y a diario se producen más de 100.000 vuelos en todo el planeta. Su gran impacto medioambiental y su destacada huella de carbono han provocado compromisos para paliar y mitigarlos. 

Aproximadamente un tercio de las emisiones de CO2 de todo el mundo, en 2025 procederán de la aviación.
De ahí la importancia de todas las medidas que reduzcan estos niveles, aunque evidentemente el biocombustible a partir de aceite de piel de naranja no paliará el impacto de la aviación mundial en el avance del cambio climático, pero sí sumará para reducirlo.