Da igual tu estilo japonés, nórdico, industrial, escandinavo o romántico… El ambiente creado por un papel pintado es inigualable. Calidez y originalidad para crear un hogar con estilo propio.
Aportan originalidad, calidez y estilo independientemente de cómo sea tu hogar y cuál sea tu gusto decorativo. El papel pintado fue una solución económica en algunos momentos puntuales de la historia reciente, y en otras épocas incluso sirvió de señal de distinción.
Antiguamente, el papel pintado era considerado una muestra de distinción y solvencia económica. Entonces solían usarse textiles enriquecidos en frisos de madera forrados, o paredes tapizadas en ricas telas con hilos dorados, etc. Desde aquellas primeras decoraciones en paredes nobles, a una distinción en algunas zonas de nuestro hogar, que luego se ha extendido a nuestros días y a los estilos actuales.
Si las modas son pendulares, el papel pintado no es ajeno a esas idas y venidas de las tendencias. Y, con más o menos popularidad, pero siempre nos ha acompañado en la decoración. Tras un tremendo éxito durante las décadas de los años 70 y 80, pasó al otro extremo y prácticamente desapareció de los catálogos. Y casualmente desde hace apenas un par de temporadas ha retornado con una tremenda fuerza
Es muy habitual hoy encontrar una pared con papel pintado y el resto en pintura, casi siempre blanca o tonos suaves. A veces el gusto es más arriesgado y se combina con pintura oscura o en tono intenso. También hay opciones con vinilos, paneles, murales fotográficos o conjuntos escultóricos combinados con otras paredes con papeles.
Los papeles pintados abarcan desde el estilo más moderno, minimalista, industrial, contemporáneo, al más vintage, étnico, escandinavo, provenzal,… Es una de las opciones que mejor crean ambiente a la hora de decorar tu hogar, sea cual sea tu estilo.
Salones, pasillos, distribuidores, dormitorios principales, infantiles o juveniles, despachos, salas de estudio, baños, cocinas, vestidores,… Hoy el papel pintado ha colonizado ya todas las estancias. Hace años se solían evitar baños y cocinas porque la calidad de los papeles no era lo suficientemente resistente a la humedad de un baño o una cocina. Hoy hay opciones muy resistentes para que también puedan aparecer en estas estancias. Papeles vinílicos que protegen y aíslan de la humedad, también hay otros avances tecnológicos e innovadores como el pvc vinílico, conocido como ‘tejido no tejido’ o TNT. Materiales que imitan telas y texturas con acabados muy logrados.
La composición y el material indudablemente influyen en el precio, aunque afortunadamente hoy son muy asequibles. Se imitan telas con relieves, con diferentes texturas para una misma pared, o estos papeles vinílicos tratados. También surgen papeles con acabado ‘pizarra’ para la diversión de los niños, por ejemplo.
Infinitas posibilidades, desde los colores a los motivos. Desde los colores neutros y más naturales, a los más intensos y oscuros. Igual que hay papeles lisos, estampados de gran tamaño o gran dimensión, motivos pequeños o incluso minúsculos. Hay modelos para todos los estilos y gustos.
Las flores de pitiminí o mimosas son idóneas para cocinas inspiradas en la campiña francesa. En un estilo clásico, las imitaciones de tela en tonos lisos con algo de relieve o labrados son habituales. Para una estancia contemporánea, un papel liso en tonalidades grises o con una pequeña raya casi inapreciable es una opción muy acorde.
En los baños, la tendencia es muy arriesgada y con mucha personalidad, y suelen aparecer motivos animales y vegetales como grandes loros u otros pájaros de colores vistosos para alegrar un espacio normalmente pequeño y sobrio.
Las rayas verticales clásicas son una recurrente opción en recibidores, halls o entradas amplias. También las rayas son muy buscadas para los dormitorios infantiles y juveniles, bien en colores pasteles o en tonos más intensos para los adolescentes. En las habitaciones de bebés y niños pequeños aparecen papeles con topos, lazos, estrellas o animales y siempre en blancos, beiges, camel, grises, rosas, verdes y azules pastel.
Mientras en los dormitorios juveniles los papeles son más impactantes con grandes murales o personajes de ficción.
Muy diferentes los motivos que se escogen en los papeles para los dormitorios principales, aunque los gustos son inabarcables, en cualquier caso motivos que se repiten como vegetación, flor de lis, rayas, tonos en liso, combinaciones con el cabecero o cuadros en distintas paredes. Esta habitación suele ser más original y cuidada casi siempre.
Para los dormitorios principales la variedad es muy amplia en función de los gustos, siempre muy personales en esta estancia. Debemos buscar que no se cargue la estancia demasiado, y para ello, a veces se elige solo una pared que suele ser la del cabecero. Si hay cabecero se suele combinar con el papel, en el caso de que la cama no lleve su propio cabecero, el papel pintado puede servir, o incluso simularlo específicamente con dos tonos de papel.
Las imitaciones arquitectónicas con el papel, o los murales fotográficos, son la evolución de los papeles pintados. Se trata de grandes murales con motivos como paisajes o vegetación, como imágenes de mar, montaña, campo,… Los toques orientales, hindúes o con simbología exótica hoy se han convertido en una opción muy buscada.
El llamado estampado ’green’ con toques botánicos, ramas, flores, hojas, palmas, aportan color y frescura. También se pueden combinar en estilos minimalistas, papeles que imitan materiales como el cemento en tonos grises. Imitaciones de materiales como ladrillos, piedra, tablones de madera, para destacar en estilos con materiales como cristal y aluminio mucho más fríos.
En los estilos contemporáneos las geometrías bicolores por ejemplo son un acierto seguro, o en ambientes retro. En los despachos y habitaciones de estudio, los murales fotográficos, los grandes mapamundis, y papeles más atrevidos son una opción para dar ese toque distinto y característico a tu hogar.
