Se adaptan a toda la casa para vestir las ventanas con tejidos acogedores que potencian incluso la luz natural en las estancias. Intimidad convertida en sofisticación para crear ambientes luminosos y amplios, gracias a visillos ligeros, translúcidos, vaporosos…
¿Cómo vestir las ventanas de tu casa sin restar luz? Los visillos han ganado terreno a las cortinas y a las combinaciones que antes eran tendencia. La visillería puede adaptarse a todas las estancias de la casa ya que hay muchas posibilidades y muy versátiles. Así que podemos incluirlos en prácticamente todas las habitaciones de la casa, desde salones, dormitorios, cocinas, baños…
Ya no solo sirven para dar intimidad en algunas zonas que quedan expuestas con las ventanas o miradores. Aportan mucho encanto vistiendo cristaleras que sin visillos son zonas mucho más frías estéticamente.
Estancias luminosas, agradables y cálidas con un toque elegante. Si solo tenemos un visillo, al ser una confección más ligera y la tela más traslúcida, logramos el toque de intimidad suficiente, sin restarnos tanta luz como otros tejidos.
Con diferentes estilos, en cualquier color, especialmente suaves y claros, y con las texturas que más te gusten,… Es un material textil cada vez más extendido en ventanas y puertas porque no carga y encaja con facilidad en casi todos los ambientes.
Para dar el toque elegante puedes elegir materiales más ligeros y vaporosos, por ejemplo en dormitorios, entradas o zonas de paso, salones, despachos. Sin embargo, por su resistencia, durabilidad, limpieza y composición, priorizaremos otros materiales al escoger un visillo para una cocina o un baño.
Hay combinaciones de textiles diferentes que aportan acabados también distintos, como el lino cálido y elegante, pero con necesidad de un mayor mantenimiento porque se arruga mu lino cálido y elegante, pero con necesidad de un mayor mantenimiento porque se arruga mucho más, por l cho más, por lo que no es la opción idónea para todas las estancias. Para mejorar este aspecto de mantenimiento, gran parte de la visillería lleva un alto porcentaje de composición en acrílico. La viscosa o el algodón dan un aspecto más natural y mayor caída al tejido, mientras los acrílicos tienen mejor limpieza y se arrugan menos.
Actualmente, hay firmas que logran acabados y composiciones sintéticas mezcladas con materiales naturales que, con un mínimo de este material, logran un aspecto muy natural.
Los dos tejidos más delicados son algodón con lino o algodón 100% puro, ya que pueden encoger al lavarse, y además suelen ser más caros.
Como en el resto de textiles del hogar, los colores van en gustos y a veces se combinan con otros elementos decorativos. Hay una variedad de colores casi inabarcable, pero dominan sin duda los tonos claros y toda la tonalidad de blancos. También son muy demandados los beiges, pasteles, nudes… Estos tonos condicionan menos el resto de la estancia, son más atemporales y, por supuesto, disminuyen menos la luz natural.
Para estilos contemporáneos como industrial, minimalista, la sencillez de un visillo en tono claro encaja perfectamente. Y por el contrario, con un estilo más clásico, provenzal o romántico, también combinan otras tonalidades e incluso texturas o dibujos.
La textura del visillo es muy importante a la hora de elegir el estilo de la estancia. Por ejemplo, hay colores neutros con aspecto transparente o de lino, o hilo brillante, que hacen algún reflejo en cobre, dorado o plateado, visillos bordados, rayas, con dibujos, plumeti, imitando a malla,… La caída también irá en función del estilo con el que combine en el resto de la estancia. La elegante caída del algodón puede ir más acorde con un estilo más clásico.
Con una decoración más rústica, el visillo aparece integrado incluso en aparadores, despenseros, vitrinas, puertas, y no solo en las ventanas. La decoración homogénea puede apoyarse con visillos similares en todas las estancias.
Si hay posibilidad, el visillo es recomendable que llegue al suelo o incluso que caiga y se apoye en el suelo. Complica la limpieza, pero ganamos en elegancia. Elegir el tipo de confección de un visillo aportará un toque más idóneo para cada estilo decorativo, y lograr un aire más serio, clásico, romántico, moderno,…
El visillo ha conquistado los hogares por sencillez, aprovechamiento de la luz y por economía. Antes un visillo únicamente no vestía una ventana o un balcón, pero la practicidad ha ganado terreno. Las cortinas reducen luminosidad y necesitan más mantenimiento, por lo que la decoración textil ha ido virando hacia la visillería que hoy es sin duda una clara tendencia.