Los datos del INE son contundentes pese a la incertidumbre en un sector castigado por la subida de tipos. En septiembre se rozaron las 58.000 viviendas vendidas, un 6,9% más que en 2021. Este 2022 cerrará con récord, por encima del medio millón de ventas.
El Instituto Nacional de Estadística arroja datos demoledores en las cifras absolutas sobre el mercado inmobiliario en España. Este año 2022, y a falta del último trimestre, será el ejercicio con mejores datos desde los tiempos de burbuja inmobiliaria de 2008.
Las operaciones han crecido este septiembre pasado casi un 7% en la comparativa interanual, una cifra que se suma a la ‘fiesta’ que este 2022 está viviendo en cuanto a la venta de viviendas. Unas 57.333 casas se han vendido en nuestro país en el mes de septiembre, el mejor desde 2007 en términos absolutos.
Un mercado efervescente y con enorme dinamismo que ha superado todas las expectativas y previsiones. Y que puede acabar el año con más de medio millón de viviendas adquiridas, superando incluso las cifras de 2021 cuando se vendieron en España 566.000 casas.
La obra nueva frena debido a la falta de inmuebles disponibles. Hay menos obras y eso echa el freno en las cifras de compra de vivienda de nueva construcción. La subida de materiales y materias primas, escasez de mano de obra y encarecimiento de los transportes y la energía, han provocado que muchas obras no sigan adelante o se retrasen, por lo que la oferta de vivienda de obra nueva se ha mermado considerablemente.
Las viviendas de nueva construcción tienen una alta demanda, especialmente los chalets, bien sean adosados, pareados o aislados, sin embargo la oferta es muy escasa y no está equilibrada con la cantidad de familias que desean una casa nueva. De ahí que los datos de ventas de obra nueva estén mucho más parados de lo que la demanda desearía.
Muestra de ese desequilibrio entre la demanda real de casas nuevas y la oferta de este tipo de inmuebles, es que muchos compradores han tenido que recurrir como segunda opción al mercado de segunda mano para poder optar a comprar una casa.
Si cuando pasó el efecto de la pandemia, la demanda y la compra de viviendas de obra nueva se mantuvo durante muchos meses liderando el mercado, era precisamente porque existía stock de vivienda de nueva construcción para satisfacer a la altísima demanda. Pero tales han sido las cifras de compra de casas nuevas que ese stock se han consumido en tiempo récord y hoy se ha agotado.
Sin casas nuevas para satisfacer a las familias, éstas tienen que buscar alternativas en el alquiler, que se ha visto beneficiado al incrementar sus precios considerablemente, y como segunda o tercera opción, comprar viviendas de segunda mano que ha sufrido un incremento descomunal.
