La economía circular es el futuro y la innovación avanza para ofrecernos más soluciones de reutilizar materiales en lugar de producir nuevos. Los neumáticos pueden convertirse en bioplásticos que sean capaces de alimentar motores de aviones. Una segunda vida para los neumáticos y una solución sostenible para la aviación.
Los neumáticos fuera de uso son un problema medio ambiental y sus vertederos un verdadero quebradero de cabeza. Su reciclaje para campos de fútbol artificial, pistas de atletismo, en suelas de zapatos o en re-asfaltados de vías de circulación como carreteras o autovías, son algunas de las opciones actuales.
En Ciudad Real, una empresa instalada en Puertollano, ha invertido cerca de 30 millones de euros para investigar esta nueva oportunidad para la economía circular de un elemento muy controvertido medioambientalmente como los neumáticos. Un residuo, que potencialmente es altamente contaminante, por ejemplo cuando se han producido incendios en vertederos de este material.
El objetivo de la planta de ‘Life for Tyres’ es reciclar unas 27.000 toneladas anuales, lo que equivale apenas al 9% de los neumáticos usados en nuestro país, pero sin duda es un tremendo avance tecnológico y ambiental.
Sin embargo, aunque ya existan algunas soluciones para dar salida a los neumáticos usados, el volumen es muy elevado y necesita más alternativas y vías para ofrecerles salidas. Un neumático usado es aquel que ya haya recorrido unos 50.000 kilómetros y con el parque automovilístico y de vehículos pesados como camiones, de nuestro país, esas cifras se disparan.
Por ejemplo, el polvo procedente de neumáticos reciclados está demostrando ser útil para elaborar vías de tren, e incluso se está probando con éxito. Con 35 toneladas de la goma ya usada, cerca de 6.000 neumáticos viejos, logran crear un kilómetro nuevo de vía.