La cesta de la compra sube un 4%, combustibles 24%, electricidad 46%... El IPC de enero alcanzó el 6,1% y cada vez son más los productos que se contagian. Vivienda, materias primas, transportes… la escalada se nota en el bolsillo y en el salario.
La cesta de la compra se ha encarecido un poco más. Esta vez los productos que más lo han notado son el aceite un 28%, la pasta un 15% o las bebidas refrescantes hasta un 11% más. Se trata de productos básicos para cualquier familia española, pero no son los únicos. Si en 2020 el confinamiento provocó una subida en el gasto de la compra por el incremento en el volumen de ventas, este 2021 hemos registrado datos similares pero ahora las cifras esconden la subida de precios para habernos gastado hasta 95.000 millones de euros. Los precios de media se encarecieron un 2,8%.
La escalada de precios también se está notando en los combustibles, que registran máximos históricos consecutivos desde mayor del año pasado aproximadamente. Entonces el litro de gasolina costaba 1,074, mientras ahora supera 1,585; y similar la situación del diésel que en hace unos meses lo encontrábamos en 0,981 y hoy ronda 1,475.
Las causas, como siempre, son varias y afectan diversos factores externos, pero sobretodo destacamos la recuperación de la demanda tras la fuerte caída durante los primeros meses de la pandemia de la covid 19 y los confinamientos con ausencia absoluta o casi de la movilidad.
Paradójicamente, los carburantes llevaban casi 9 años de precios a la baja. Desde 2012 cuando alcanzaron 1,522 y 1,445 respectivamente en el mes de septiembre. Pero la desescalada y la vuelta a la actividad en prácticamente todos los sectores productivos, ha provocado un encarecimiento sin precedentes y una cotización internacional que marca precios de récord.
¿En qué está derivando esta subida de precios en la cesta de la compra de productos frescos y el gran consumo? Pues en un evidente cambio de tendencias, por ejemplo, casi un tercio de los consumidores busca las marcas blancas en lugar de las marcas de referencia para adquirir los productos a menor precio. Consumir marcas reconocidas suele ser sinónimo de estabilidad y bonanza, ya que su trazabilidad, calidad, compromiso medioambiental, entre otros, suele ser mayor que las marcas blancas, incluso aunque su fabricación sea dentro de la misma fábrica que la marca reconocida. Productos y marcas que invierten en publicidad y que crean una cadena de consumo y responsabilidad social con mayor huella en nuestra sociedad. Pero la economía familiar marca los hábitos de consumo, como es previsible.
La cesta de la compra de productos frescos se ha revolucionado en los últimos meses y semanas. En enero 2022 la subida media fue del 4%, y de los 33 productos comparados, 23 se habían encarecido y 8 lo hicieron con dos dígitos. Según el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos elaborado por COAG, lideran las subidas la alcachofa un 22,5%, la mandarina 21,8%, el calabacín 21,7%, y la coliflor 21,6%. También con notables incrementos: pera 15,6%, plátano 15%, manzana 11% y tomate de ensalada 10%.
La producción se ha paralizado notablemente y eso provoca escasez y subida de precios, misma situación en el resto de Europa donde la crecida del precio del gas está también mermando las producciones y stocks.
