Son únicas imprimiendo personalidad a un espacio, aportan mucho más que estilo decorativo y son capaces de crear ambientes íntimos y acogedores bajo su influjo. Se reducen las horas de luz natural, y ¡nos encanta encender nuestras lámparas XXL!
Son funcionales e imprescindibles en cualquier estancia, sin embargo, podríamos reducirlas a pequeños focos y por el contrario nos gustan las grandes lámparas de techo. Singulares, con formas orgánicas, originales y llamativas, así son las nuevas lámparas que buscamos para lograr ambientes únicos.
¿Las necesitamos o las amamos y buscamos? A partes iguales la luz artificial es un elemento funcional a la par que decorativo. Precisamente porque nos resulta necesaria sobre una mesa de un salón, en la zona de trabajo de una cocina, en una mesa de estudio y en miles de lugares de nuestro hogar… se han convertido en una moda a la que no queremos dejar de sucumbir.
Los tamaños XXL para una pieza principal son una elección muy solicitada, por ejemplo, sobre mesas. También las elegimos para colocarlas en zonas de paso o dormitorios, tanto principales como de niños o jóvenes. Una gran lámpara nos da uniformidad y amplitud a esa estancia, además de un toque de elegancia y estilo.
La luz que más nos encandila son sin duda las de tonalidad cálida, hasta el punto de integrar lámparas colgantes en zonas donde meramente son elementos ornamentales. Es decir, por ejemplo, en zonas de paso o rincones donde queremos integrar un punto de luz de techo únicamente con una o varias bombillas decorativas. No buscamos su funcionalidad, queremos su aporte estético en una zona quizá donde la decoración horizontal no tiene cabida, ni espacio ni sentido.
También nos gusta y es una moda actual, buscar lámparas de techo con bombillas a la vista, a veces de gran tamaño y con filamentos vistos en tono muy cálido anaranjado. Son las conocidas como bombillas o lámparas decorativas, porque si cabe, en este caso aún más, su única función y su objetivo son agradar a nuestra vista, no mejorar la luminosidad de esa área.
Los materiales son muy amplios, desde los más naturales y sostenibles, que nos conectan con lo natural e incluso hecho a mano o rústico, o con toques vintage como las de rejilla de mimbre. También, por supuesto el cristal y metal, normalmente contrastado con negro, dorado, blanco o a veces algún tono más divertido.
Con toques retro, minimalistas, con varias capas y superposiciones, curvas, rectas, traslúcidas, opacas, de tela, cerámicas… Hay tantos materiales, formas, texturas y combinaciones como desees y en función de lo que busques. Un rincón íntimo para crear profundidad dentro de una estancia más amplia, en una zona de esquina de una entrada o distribuidor, sobre una pequeña mesa auxiliar rinconera, sobre la mesa principal de la zona de comedor del salón o de la cocina…
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No podemos renunciar a ellas, no porque no podamos sustituirlas por otros elementos de iluminación, sino porque evidentemente hay muchas soluciones integradas en el techo o paredes como candilejas o focos empotrados. No podemos dejarlas de lado porque nos encantan y nos dan mucho en poco espacio. ¿Tú también estás colgado de tus lámparas de techo?