Redondas, cuadradas, con motivos geométricos, grandes estampados, lisos, en elegante pelo largo, fibras naturales o lana virgen… Descálzate para disfrutar de la calidez más agradable del otoño. ¡Viste con alfombras tu casa y conviértela en hogar!
Una alfombra da el toque de calidez a cualquier estancia, independientemente de su estilo o su textura. Es una aliada tradicional que cada año nos presenta nuevas propuestas, con un mismo beneficio: abrigar nuestra casa. Dicen que las alfombras “hacen confortables espacios sin alma”, y cualquier interiorista estará de acuerdo. Solo con renovar una alfombra, cambias la estancia, o con recuperarla cuando llegan los meses más fríos del año.
Combinables con todos los estilos, idóneas en todas las estancias de la casa, aptas para todos los bolsillos, acorde con todas las dimensiones de viviendas… Las alfombras se cuelan en cada rincón para aportar mucho más que decoración. De ahí su éxito, son útiles y estéticas a la vez.
Elegir una alfombra no es tarea fácil precisamente por la amplísima variedad que hoy existe en el mercado. Decidirnos supone una dedicación ya que es un básico que puede pasar desapercibido o una pieza original para atraer todas las miradas, puede combinar con el resto de textiles de la estancia o ser un ‘verso suelto’.
Una alfombra es mucho más que un textil para ‘vestir nuestro suelo’. Es un elemento decorativo que crea su propio estilo y marca la línea de una estancia. Con ella podemos delimitar diversos espacios dentro de una habitación o por ejemplo en una entrada o un distribuidor.
Podemos jugar con efectos ópticos y visuales, por ejemplo con alfombras redondas en espacios cuadrados, o con largas alfombras en pasillos que cubren de lado a lado. El factor estético es fundamental, aunque a veces la prioridad sea aislarnos de suelos de materiales más fríos.
El mantenimiento y su limpieza también es un factor muy a tener en cuenta, y a veces determina el tipo de alfombra que elegimos. Es prioritaria su fácil limpieza y su comodidad. La lana virgen necesita mayores cuidados para almacenarla si queremos quitarla en verano y para su limpieza. Suele desprender textil durante sus primeros años de vida y hay que limpiarla muy bien, preferiblemente en un establecimiento profesional y especializado antes de guardarla. Aunque la lana es un aislante natural que en invierno reduce el frío y en verano también reduce el calor, por lo que una opción muy habitual es dejarla todo el año puesta.
Otros materiales como las fibras naturales tienen un mantenimiento mucho más fácil pero su textura y tacto no es tan confortable. Si te decantas por alfombras de pelo largo su limpieza es más complicada y laboriosa pero su aspecto estético es más elegante que las de pelo corto. En zonas de menos tránsito y menos exposición a suciedad puedes permitirte las sofisticadas tentaciones en pelo más largo, que también aportan mayor calidez.
En espacios como cocinas o baños hay muchas propuestas en materiales diferentes como bambú o textiles sintéticos. Al final lo más buscado es limpieza fácil y comodidad, pero con sensación agradable.
El abanico es casi interminable. Desde las calidades y los presupuestos son tan amplios como las decoraciones. Además también tenemos que escoger medidas estándares o personalizadas.
Los dibujos geométricos al igual que otras piezas decorativas, son tendencia. Nos aportan mucha personalidad incluso aunque para combinar con otros textiles sea más arriesgada. Los lisos, por el contrario, son una garantía de éxito.
Forma rectangular y cuadrada son las más habituales, pero también son tendencia las alfombras largas, redondas, ovaladas, etc. Si escoges una pieza redonda puedes realzar una entrada o hall combinándola con cestos y mesas auxiliares.
En zonas de comedores dentro de salones, con una alfombra resaltamos la zona de mesa de comedor, o espacios de ambiente más relajado con un sillón o butaca con una lámpara de lectura bien en un salón, un despacho o un dormitorio.
En los pasillos o en espacios estrechos es conveniente que ocupe el máximo del espacio, porque se hace incómodo dejar desniveles en zonas angostas como pasillos. Es recomendable cubrir el máximo de superficie. Sin embargo, en lugares espaciosos, en la actualidad hay muchas alfombras llamadas ‘de dos alturas’, es decir, que tienen relieves y esa opción gusta mucho por especial y novedosa, aunque ese desnivel también puede ser incómodo para algunas personas.
No hay reglas fijas; una alfombra puede ocupar todos los metros cuadrados que se desee de la estancia, o únicamente una determinada zona. Siempre es más estiloso cuanto mayor sea el espacio cubierto por la alfombra, por ejemplo, que incluya la totalidad de la superficie que cubre un sofá. Aunque los presupuestos se aumentan notablemente cuando ampliamos metros de alfombras. Tanto por comodidad como por estética, una alfombra más amplia siempre ofrece una sensación más cálida, confortable y le otorga mayor protagonismo.