Casas luminosas con colores alegres como blanco, tierra, oliva, naranjas y azules. La naturaleza y los exteriores entran en casa. Plantas y flores vivas, muebles con acabados naturales… ¡Aire mediterráneo en tu hogar!
El Mar Mediterráneo es sinónimo de vida, luz, viento y frescura, y en casa podemos despertar también todas esas agradables sensaciones. La estética mediterránea, como su carácter e idiosincrasia, es apaciguadora, afable y tranquila. Vital y alegre pero serena y conciliadora.
Sin estridencias, el estilo más mediterráneo se basa en lo natural perfectamente combinado con la vitalidad de la luz tan característica. Precisamente la importancia de la luz natural es primordial en una vivienda donde las cortinas son únicamente visillos livianos y blancos para dejar pasar el máximo de luz natural.
Si colocamos grandes espejos provocamos efectos multiplicadores en las zonas más luminosas de la casa. Hay que maximizar la luz y sacarle todo el partido posible. Especialmente en lugares más oscuros ayudarán a transformar rincones olvidados.
La luz mediterránea es muy especial y como ya hiciera Sorolla en sus cuadros en la costa valenciana, salpica tú también tu hogar de pequeños detalles y pinceladas de colores alegres para que tome mayor protagonismo.
La amplia gama de tonos tierra son acogedores, cálidos y muy naturales, aprovechamos su neutralidad para trufar nuestra decoración con servilletas azules, cojines con rayas marineras, jaboneras celestes o turquesas. Porque el azul del cielo y del mar nos aporta tranquilidad y bienestar en todas las estancias de la casa. Equilibrio y serenidad con azules nada chillones, al contrario. En cerámicas, vajillas, cristalerías, cuadros, textiles, flores,…
Un jarrón en tonos anaranjados como un amanecer junto al mar nos aporta pura vitalidad. Ocres o verdes como el oliva intenso aparecen en textiles como alfombras o pantallas de lámparas, para crear profundidades y contrastes. Y por supuesto la gama terrosa nos encanta en maderas naturales o fibras a la vista.
Los textiles son livianos y suaves, telas frescas y vaporosas en lino o algodón preferiblemente tanto en cortinas como en ropa de cama, toallas, plaids, cojines, etc. El blanco es el rey pero siempre combinado con otras tonalidades más vitales que alegren el conjunto.
Los muebles los preferimos al natural, con acabados sin tratar y realizados en materiales naturales como el ratán, el bambú, el yute, el corcho o la madera. Están muy de moda los muebles con puertas frontales o cajones con rejilla por ejemplo en aparadores, muebles de televisión, estanterías cerradas, sinfonieres, entre otras grandes piezas. También encontramos estos acabados muy habitualmente en las pantallas de lámparas que aparecen con soportes o cables colgantes recubiertos en cuerdas.
Las plantas naturales y las flores son elementos de la naturaleza que nos traen toda la vida y alegría del Mediterráneo. Jugar con los volúmenes de grandes y altas plantas crea espacios más amplios visualmente. Dale espacio suficiente a amplios ramos de flores como centro de mesa para que luzcan pletóricos.
En verano abrimos más nuestra casa a los exteriores y buscamos la luz del sol como la vitamina natural que es, así que el blanco como potenciador de la luz natural es un gran aliado. ¡Vive tu casa mediterránea y llénala de luz!