Líneas suaves y redondeadas, textiles que tapizan muebles y engalanan piezas, y todo en tonos claros como pasteles. Toques frescos como flores naturales. La decoración romántica se inspira en la campiña francesa y se afana en los detalles con adornos, bordados o madera labrada.
El estilo romántico suele redondear las formas de casi todos los elementos decorativos, y suele apostar por las tonalidades suaves y discretas como pastel, beige, blanco o dorado. Casi todas las piezas se transforman recargándose. Es decir, o bien se tapizan, se tallan o se ‘engalanan’ con volantes, pasamanerías, borlas, lazos o bordados.
Los muebles también tienen un toque barroco o incluso rococó. E incluso en las propias casas aparecen arcos o detalles de escayolas en los techos con volutas, por ejemplo.
La inspiración francesa de la campiña trae toques frescos como flores naturales por ejemplo en tonos lilas y/o morados, amarillos intensos, blancos, rosas,… Es un clásico decorativo aunque no es de los estilos más extendidos ni populares. Y aunque pueda parecer singular, sus piezas suelen resultar versátiles.
El secreto de esta decoración son sus detalles. Aunque sea en colores suaves y discretos, pero surgen estampados con pequeñas marcas casi siempre florales que dan un aire muy diferente a sus textiles, papeles pintados o incluso cuadros.
Las combinaciones de los tonos claros románticos con la calidez de la madera natural es un éxito y una seña de identidad. Sin recargar los espacios, este maridaje es todo un básico capaz de aportar calma y frescura a cualquier rincón de todo tu hogar.
Todo lo nuevo se tapiza o se adorna para dar la pincelada de distinción y lujo. A un simple cojín se le decoran sus perfiles con cordones o volantes, su tejido lleva relieves o bordados, y de sus cuatro esquinas surgen borlas o abalorios, transformando por completo el cojín.
La decoración se llena de ornamentación y pequeños toques diferentes. Los espacios no se recargan, pero este estilo no deja ninguna zona sin decorar. En cualquier recodo caben unos toques florales, un espejo, un marco, una vela, etc.
Sofisticación y atemporalidad, así el estilo romántico conquista generaciones y hogares que se distinguen por ser refinados, distinguidos y originales. Con materiales como cristal, mármol, forja, bronce, sedas, terciopelos, oro,… que dan un aspecto elegante sin pasar de moda.
