La escasez de casas se acentúa cada vez más. Ni alquiler ni compra, ni urbano ni periferia, ni nueva construcción ni segunda mano… La vivienda es un problema ‘grave’ y el sector culpa la falta y el encarecimiento generalizado de suelos y terrenos.
Frente al encarecimiento de los préstamos hipotecarios y de la vida en general por la ola inflacionista, las transacciones de compraventa de viviendas muestran una demanda fuerte, según afirman los expertos inmobiliarios de Funcas en sus últimas reflexiones sobre el mercado inmobiliario español.
Los inversores suponen un porcentaje destacado que, evidentemente, determinan la evolución del sector. Así, se afianza una importante falta de stock de viviendas y de suelos urbanizables y, en paralelo, se afianza también el encarecimiento generalizado también tanto de viviendas como de suelos urbanizables.
La situación es extrapolable a grandes y medianas ciudades, a periferia y centro urbano, a pisos y chalets unifamiliares, e incluso también a venta y alquiler, y a segunda mano y nueva construcción. El sector completo vive una situación extraordinaria y sostenida durante meses y meses consecutivos. Lo que podía parecer temporal se ha convertido en habitual y poco a poco se ha ido extendiendo a otros segmentos.
El acceso a una vivienda se complica para la mayoría de españoles, en cada caso por motivos particulares, pero con ese denominador común. “Un problema grave”, así lo catalogan los analistas del mercado inmobiliario. La vivienda sube precios, y aunque el contexto económico y el mercado laboral español no respiran mal, sigue siendo un bien en escasez, por lo que no resulta alcanzable para muchos y se termina encareciendo progresivamente ante el desequilibrio oferta-demanda.
“El contraste entre transacciones de compraventa de vivienda y contratos hipotecarios sugiere que gran parte de los inmuebles están siendo adquiridos por motivo de inversión mayorista no residencial, lo que impulsa aún más los precios y dificulta el acceso”, concretan los analistas. “Las familias de ingresos medios necesitan trabajar más horas para poder pagar una casa. La disminución de la asequibilidad de la vivienda exacerba la desigualdad, ya que beneficia a los propietarios de vivienda y perjudica a los inquilinos y a las familias que no pueden permitirse adquirir una casa.”
La gestión de los suelos es un reto para todo el sector que mira a las autoridades competentes buscando soluciones transversales y que se adelanten a los problemas y las situaciones comprometidas como la actual. Hoy hacen falta en España más de un millón de viviendas sólo para familias, a lo que hay que sumar inversores o sectores como el turístico o el premium de lujo.
“La vivienda es el problema más grave y acuciante para los ciudadanos de nuestro país” afirman desde el gremio de promotores madrileños en boca de la presidenta de Asprima, Carolina Roca. En los últimos años la situación ha ido acumulando déficits y mermando su capacidad de regeneración y margen, de ahí que los expertos analistas del sector concluyan que la situación es muy complicada.
Un ejemplo de factores que afectan y suman complicaciones a la situación, es el contexto en muchas ciudades turísticas, bien estaciones como la costa o de interior. En el último año en los territorios más turísticos el precio de la vivienda ha subido un 9,9% más de media, frente al 6% que se han encarecido el resto de comunidades. Destacan Andalucía, Comunidad de Madrid, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana y Cataluña, precisamente donde más turistas se registraron en el último año según el Instituto Nacional de Estadística.
Con este contexto, hoy tan sólo un tercio de los hogares de menos de 35 años tiene casa en propiedad. Hoy sólo un 35% de estos hogares poseen casa propia, porcentaje que se ha ido reduciendo desde el 70% que se calculó hace cien años según los datos ofrecidos por el portal inmobiliario Idealista.
