Todos los expertos del sector de la vivienda coinciden desde la salida del confinamiento y actualmente, ya pasada la desescalada e inmerso en la vuelta a las rutinas, en que esta crisis económica desencadenada por la crisis sanitaria, nada tiene que ver con su antecesora de 2008. En aquella ocasión el sector inmobiliario fue el centro de la crisis, ya que fue uno de los detonantes internacionales y, por supuesto, porque las entidades financieras entonces se vieron afectadas y con ellas las hipotecas. Hoy la situación, tanto en España como en el resto del mundo, no comparte aquellos ingredientes que desencadenaron la llamada ‘burbuja inmobiliaria’.
Por el contrario, el inmobiliario busca consolidarse como un valor refugio que ofrece oportunidades a los inversores. El sector espera que la caída de este año deje paso a una recuperación rápida en 2021.
Fuente: Expansión